Meses de trabajo han tenido que invertir los agentes de los Mossos d’Esquadra con TIP 6019 y 17355 adscritos a la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación de la Comisaría General de Información a raíz del sumario Canelones. El pasado 18 de enero terminaron el trabajo y libraron al juez instructor un «informe de veracidad» de 435 tuits en Twitter, posts de Facebook y noticias y comentarios en foros de internet sobre el caso de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar, el de la imposición del 25% de castellano en una clase de P3 a petición de una familia. Pero este informe no era sobre los comentarios hechos por los acusados, sino sobre los insultos que recibieron ellos, que son los que están imputados por un delito de odio por haber opinado sobre la interlocutoria del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y la posición de la familia demandante.
Los Mossos d’Esquadra, pues, han tenido que investigar a petición de las defensas –algunas integradas en el Grupo de Abogados Independientes– centenares de tuits y comentarios insultantes por parte de perfiles abiertamente ultra, españolistas y de perfiles de Vox, incluso, algunos que ya fueron retirados por su dureza por decisión de la misma red social. En el informe, que los Mossos bautizan como Operación Dragón, también incluyen tuits sin ningún tipo de relevancia penal y, incluso, tuits de abogados que llevan alguna de las defensas, como es el caso de Josep Rosell. En cualquier caso, ninguno de los tuits aportados al juzgado ha servido para abrir ninguna pieza separada o ninguna investigación, a pesar de que la investigación fue un requerimiento del magistrado instructor, quien, por cierto, ha pedido un traductor porque asegura no entender el catalán para hacer las pesquisas.
«Lazipolla», «borderline» o «saco de mierda»
El informe 2331827/22 UDOC, al cual ha tenido acceso El Món, consta de 221 páginas y analiza de pe a pa centenares de tuits de respuesta a un tuit del perfil oficial de la escuela Turó del Drac donde anunciaba la decisión del TSJC. También incorpora los mensajes que recibieron dos de los acusados, Jordi Serrancant, –que da el nombre al sumario Canelones por su tuit «haremos canelones con carne de niño castellanohablante»– y Carles Rhyr, por parte de diferentes perfiles en las redes. La mayoría de tuits ahora investigados fueron aportados por las defensas para mostrar al juez instructor y a la Fiscalía de Odio y Discriminación que había mensajes más graves que los que la causa investigaba. Al final, los acusados siempre han alegado que los mensajes eran «sarcásticos».
La tónica habitual de los tuits es la amenaza o la advertencia y duras calificaciones como por ejemplo «lazi», «lazipolla», «tarado», «nazi» «borderline», «saco de mierda», «hijo de la gran puta», «fanáticos», «lunáticos nacionalsocialistas» o «rata», entre otras. Pero, además, los Mossos han añadido tuits dirigidos a la dirección de la escuela, donde se comparan los responsables del centro con los oficiales de las SS nazis, con fotografías incluidas, o incluso, de hacer como durante el Holocausto y señalar «la bata escolar de los niños con una estrella de David» o «cumplir la tarea burocrática de asesinar judíos».
Las metáforas del españolismo llegan, incluso, a comparar el tuit de la escuela Turó del Drac con lo que sufrían la niña Ruby Bridges o Rosa Parks, iconos mundiales de la lucha contra el régimen de segregación racial de los Estados Unidos. También tildan los docentes de «miserables», «nazis de mierda», «racistas y fascistas», «mafia», y escriben frases como «ponen una estrellita amarilla en el pecho y los ponemos en campos y que trabajen por nosotros», «Heil Puchi!» y «como esta familia se los toque un pelo nos pasaremos a ‘hablar'», entre otros muchos.
Tuits sin relevancia penal y también de los abogados de la causa
Los abogados de la causa denuncian que los Mossos, aprovechando la ocasión, han incluido tuits que «no tienen ningún tipo de relevancia penal«. Es más, han incluido un tuit de uno de los abogados de los acusados en el sumario, en el cual solo se ofrecía a hacer de letrado defensor. En todo caso, los imputados en el caso quedan sorprendidos que a pesar de la agresividad de los tuits –algunas incluso eliminadas por los mismos responsables de Twitter o Facebook, cosa que no ha pasado con las de los imputados hasta que no ha llegado la orden judicial- no se lleve a cabo ninguna investigación o no se abre una pieza separada.
«O todos moros o todos cristianos», critican los investigados. De todas maneras, la compilación de tuits, tanto las propuestas por las defensas como las añadidas, demuestran, según los letrados defensores, que la investigación de Mossos d’Esquadra es «absolutamente prospectiva». Con este atestado policial, los abogados no descartan responder con otras denuncias contra los que han insultado o expresado supuestas muestras de odio hacia los ahora investigados. De hecho, se extrañan que la policía no haya abierto diligencias de oficio ni hayan llevado algunos de los tuits reportados a la misma Fiscalía de Odio, la que abrió la actual investigación del sumario Canelones. Con este atestado se comienza una nueva etapa en este proceso judicial.
