«Entendemos que el señor Jordi Pujol Soley no está en condiciones físicas ni cognitivas para comparecer en un juicio, ni dispone de la capacidad procesal necesaria para poder defenderse de manera autosuficiente». Esta es la contundente afirmación de los dos médicos forenses que han visitado al presidente Pujol a petición de la sección Primera de la Audiencia Nacional para evaluar su estado de salud de cara al juicio que debe comenzar el próximo lunes 24 de noviembre, contra el expresidente y su familia.

En el escrito, de cinco páginas y al que ha tenido acceso El Món, los forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña, Àngel Cuquerella y Xavier Pérez, determinan que el presidente Pujol no está en condiciones ni físicas ni mentales para afrontar una vista oral. De hecho, diagnostican alzheimer y aseguran que padece «deterioro cognitivo moderado, y este es irreversible, progresivo, evolutivo y sin tratamiento eficaz». Los dos médicos han presentado una evaluación física y psicopatológica así como un análisis psicométrico. En resumen, los forenses entienden que Pujol no es consciente ni tiene suficiente capacidad para entender el alcance del juicio y opinan que puede ser inimputable.

Interior del edificio de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares donde se celebró el juicio del caso Mito/Quico Sallés
Interior del edificio de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares donde se celebró el juicio del caso Mito/Quico Sallés

El tribunal quiere evaluar

Sin embargo, la sección primera de la Audiencia Nacional no quiere evitar la imagen del presidente Pujol dando explicaciones ante un tribunal. Así ha tomado una decisión, como mínimo, extraña. En concreto, ha citado a los dos forenses y al presidente Pujol a una videoconferencia con el forense de la Audiencia Nacional, Juan Miguel Monje. Según la providencia de los togados, el objetivo de la comparecencia, justo antes de iniciar la vista oral que debe comenzar el juicio, es que el «Tribunal hará un examen personal del acusado».

La situación ha llegado después de semanas que la defensa de Pujol esperara la respuesta a sus peticiones de evaluación del presidente Pujol, presentando dos informes médicos sobre su estado físico y psíquico. No fue hasta la semana pasada que la Audiencia Nacional decidió que los forenses le hicieran la evaluación médica. En definitiva, la familia y la defensa solo pedían que el Tribunal tuviera presente que por razones médicas no podía asistir personalmente a la sala de vistas, pero los mismos forenses han ido más allá determinando que no puede sentarse en el banquillo de los acusados. De hecho, el presidente Pujol ingresó el sábado en el Hospital por una neumonía donde aún permanece, aunque está estabilizado.

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