Miembros del sector progresista esperaban la jugada. De hecho, el presidente del Tribunal Constitucional, con más horas de vuelo en la alta judicatura española que el monasterio de las Salesas, Cándido Conde-Pumpido, ya tenía el escudo preparado. La decisión de tres magistrados del sector ultraconservador del Tribunal Constitucional de pedir suspender el debate sobre la ley de amnistía hasta que la justicia europea se pronuncie sobre la norma no ha sido una sorpresa.
Así, la maniobra de César Tolosa, Enrique Arnaldo y Concepción Espejel ha consistido en reclamar al plenario de la alta magistratura constitucional detener el debate. Y más cuando la mayoría del TC, con las recusaciones que se han presentado, podrían inclinar el voto favorable de los magistrados para avalar la ley del olvido penal para los independentistas. El nuevo obstáculo en el camino puede detener el debate unos días, pero por ahora, la mayoría progresista, aunque débil del TC, puede contrarrestar la ofensiva de la terna conservadora.

Esperar a la justicia europea
El argumento de los tres magistrados es que consideran que el árbitro de la Constitución no debe resolver el recurso presentado por el PP hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se posicione sobre las consultas que otros tribunales españoles le han hecho sobre la medida de gracia. Al mismo tiempo, los tres proponen que el mismo TC presente una cuestión prejudicial al mismo tribunal europeo.
Todos ellos argumentan que la ley del olvido penal puede chocar con la legislación europea, en la línea de lo que plantean otras cuestiones prejudiciales presentadas ante el TJUE y que se han repartido en varios tribunales que tienen pendientes causas sobre el Procés como la operación Judas o el caso del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en el caso de Josep Maria Jové o Lluís Salvadó. De ahí que intenten convencer a sus compañeros de toga para detener el debate. Una opción que semanas atrás Conde-Pumpido ni se planteaba con voluntad de resolver el pleito sobre la ley antes de entrar en el verano.