El choque entre Juntos y los organismos electorales españoles se hace más crudo a raíz de los comicios del 9-J. La cabeza de lista del partido del presidente al exilio Carles Puigdemont a las elecciones en el Parlamento Europeo, Toni Comín, ha respondido este lunes a la decisión de la junta Electoral Central de no acreditar su acta como legislador comunitario por no haberse presentado a Madrid para jurar la constitución. A parecer de Comín, y atendida la jurisprudencia de la UE y la experiencia de los exiliados independentistas durante la pasada legislatura, el posicionamiento de la JEC es «irrelevante». «La presidenta (Roberta) Metsola sabe muy bien qué tiene que hacer, que es respetar el derecho y la jurisprudencia europea», argumenta, recordando la sentencia del TJUE que fundamenta que los eurodiputados lo son desde el «momento de la elección».
Así, critica el movimiento de la Junta Electoral ante un precedente comunitario que considera «inequívoco», como es el caso de Oriol Junqueras el 2019. Sobre este argumento, Comín espera obtener sin problemas la acreditación para acceder al pleno de constitución del Parlamento Europeo que se celebrará entre el 16 y el 19 de julio en la sede de Estrasburgo. «Es lo que ha indicado a Metsola el TJUE, y no puede actuar al margen», confía, asegurando que «actuará de acuerdo con el derecho europeo». En caso contrario -si la presidencia de la cámara opta para acatar los llamamientos de la JEc-, «se arriesga a recibir una demanda contra su decisión».

Un «problema para la democracia»
Más allá de la cuestión de su escaño, Comín ha estado especialmente agresivo contra la decisión del Tribunal Supremo de no aplicar la amnistía a los acusados por malversación y mantener las órdenes de detención contra él y contra el presidente al exilio Carles Puigdemont. «El juez Llarena va en contra de todo y todo el mundo; es un problema muy grave para la democracia española», alerta el eurodiputado, repitiendo la fórmula del «golpe de estado togado». «Hoy estamos en Bruselas para decir que la reputación del Estado ante la Europa democrática queda profundamente tocada», concluye.