No había suficiente con la
En concreto, se trata de un oficio policial de casi 600 páginas donde se desgranan las subvenciones y las finanzas de la Plataforma pro Selecciones Catalanas, así como una detallada investigación de dos de sus dirigentes e impulsores, Xavier Vinyals y el abogado Sergi Blàzquez. Curiosamente, Blàzquez fue presidente de Drets, la entidad que ha llevado a la justicia andorrana la policía patriótica por la rama de la operación Cataluña en el principado de los Pirineos. En el informe, se escrutan las subvenciones recibidas por parte la entidad desde el año 2015 hasta la actualidad. De entrada, los instructores del atestado consideran que Vinyals se estaría ocupando, «por orden de Carles Puigdemont, de asuntos internacionales».
Pero Vinyals, a parecer de los analistas del instituto armado, no estaría solo, sino que contaría con la ayuda de Xavier Vendrell –también investigado en la causa del Tsunami Democràtic y la Volhov–, que «habría vuelto a Cataluña para culminar el proceso de independencia». Los expedientes de las subvenciones otorgadas y el material y audios extraídos del terminal móvil de Víctor Tarradellas, confiscado el mayo del 2018, sirven a los agentes D19921C y R92560Q para construir una estrafalaria historia de geoestrategia del Procés. Así, detallan una supuesta conexión norteamericana con el equipo del expresidente de los EE. UU. Donald Trump y, incluso, añaden un misterioso banquero de «Sudán del Sur» dispuesto a financiar «embajadas catalanas en todo el mundo».

La Guardia Civil también mete a Pep Guardiola por el medio
El oficio policial se construye con la sospecha que las subvenciones que recibiría la Plataforma también podrían ser otorgadas a la UFEC o la Fundació Catalana per l’Esport, que, de hecho, también están investigadas. Con esta premisa, convencen al juez que hay que mirar de arriba abajo la entidad que presidía Vinyals porque se podrían «estar vulnerando los principios de publicidad, concurrencia y transparencia» con las subvenciones con relación a otras entidades que procuran por el deporte catalán. A partir de aquí, obtienen patente de coros para remover a los balances de la Plataforma y a las comunicaciones de los investigados.
En el análisis de las subvenciones, los agentes consideran «especialmente relevando» parte de una ayuda de 136.500 euros que sirvió para pagar parte de la campaña
De Trump en Sudán
A cobijo de la investigación de las subvenciones, el juez autorizó la intervención de las comunicaciones de Vinyals. Los policías, pero, no quedaron muy satisfechos con el resultado, porque califican de «escasas» las llamadas que se pudieron intervenir a Vinyals. Aun así, sostienen que se confirmó «su tarea internacional», tal como le habría encomendado, a parecer de la Guardia Civil, el presidente Puigdemont. Los agentes sostienen su tesis porque «mantuvo contacto telefónico, por ejemplo, con una persona que se había identificado como ALÍ, quien le presentaría, a su vez, a otra persona que estaba interesada a invertir en Cataluña». «Esta persona», continúan los guardias civiles, «tiene un banco en el Sudán del Sur y quería, según decía ALÍ, financiar algunas embajadas catalanas en países africanos». «Vinyals», concluyen los agentes, «sería el intermediario entre las empresas e instituciones». Evidentemente, esta pista desaparece a lo largo del atestado.
Pero las interpretaciones no acaban aquí. Incluso, saltan el océano, siguiendo «el análisis del teléfono de Xavier Vinyals» y de la cuenta de correo electrónico del ex consejero de ERC Xavier Vendrell, el 17 de octubre del 2017, en plena crisis puesto referéndum y con la declaración de independencia suspensa. En este marco, solo destacan un correo electrónico que Vinyals había reenviado a David Madí –también investigado, pero para quien se ha archivado la causa–, al expresidente de ERC y también ex consejero, ahora reconvertido en empresario, Joan Puigcercós, y al mismo Vendrell. El remitente era Alexander Nix, que se «presentó como un proveedor de servicios de campañas electorales, entre las cuales, se encontró la del Brexit o las dos primarias presidenciales de los EE. UU. y la campaña de Donald Trump». El correo electrónico, del 3 de septiembre del 2016, añadía: «Tenemos pericia y experiencia para ayudar a hacer realidad tus objetivos en Cataluña».

Los agentes explican al juez que SCL, la empresa de Nix, es «una empresa británica de investigación especializada a proporcionar datos, análisis y estrategias a gobiernos y organizaciones militares con el objetivo, al parecer, de cambiar el sentimiento de las masas y aplicarlo en procesos electorales». «Su filial americana, Cambridge Analytica», aducen los investigadores, «habría recopilado datos de más de 87 millones de usuarios de Facebook por, supuestamente, ayudar la campaña de Donald Trump a la presidencia de los EE. UU.».

Rusia, pero, también aparece
A pesar de que los analistas de la Guardia Civil apuntan al Reino Unido y a los Estados Unidos, no dejan de banda la «trama rusa», en medio de todo ello, cosiendo una relación extraordinaria. Los agentes detallan que por «fuentes abiertas, se ha tenido conocimiento que Alexander Nix habría sido inhabilitado en Reino Unido para dirigir entidades mercantiles». «Según el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg», prosiguen, «es posible que estos datos de usuarios hubieran sido utilizadas en una campaña de desinformación orquestada desde Rusia». Es decir, con una extraña relación, vuelve a aparecer el fantasma ruso en la investigación de la financiación del Procés. Además, el atestado suma que «según el Reino Unido, SCL prestaba servicios políticos opacos que, según parece, incluían sobornos, engaños, inhibición de votantes, investigaciones para desprestigiar opositores y la diseminación anónima de información en campañas políticas».
En este punto aparece uno de los protagonistas de la investigación de la Volhov, que fue la organización del Foro Crans Montana, un encuentro de diplomacia deportiva que contó con el apoyo de la Secretaría General del Deporte con una subvención directa de 300.000 euros. Un acontecimiento que se organizó en Barcelona el julio del 2017. La Guardia Civil no acabar de encontrar la relación directa entre este foro y la financiación del Procés, tal como los reclamaba el juez. Pero, en cambio, encontraron una de indirecta. «Este foro no dejó de ser, en realidad, un acontecimiento internacional de naturaleza política, tal como el mismo Eric Hauck expuso por correo electrónico, financiado con fondos públicos que tendrían que haber sido destinados a fomentar el deporte», concluyen los agentes. Hauck era director ejecutivo de la Plataforma y antes, casualmente, director de comunicación de la Fundación Princesa de Girona, el organismo que cada año lleva los monarcas españoles en Cataluña a librar unos premios de excelencia en investigación. En todo caso, el informe la Guardia Civil hace conjeturas sobre el destino de las subvenciones sin encontrar ninguna relación entre Waterloo, el Procés y el dinero público en las entidades deportivas investigadas.
