El líder del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha avisado a los socialistas y a los comunes que sus votos para la Diputación de Barcelona no son «gratuitos», es decir, que si quieren conseguir su apoyo para salir adelante el pacto que oficializaron la semana pasada para controlar el ente supramunicipal barcelonés hará falta que les ofrezcan una propuesta beneficiosa a cambio. Los votos de los populares son una de las piezas del tablero que pueden decantar la Diputación por el pacto entre socialistas y comunes que convertiría a la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Lluïsa Moret, en la nueva presidenta del ente supramunicipal: «Han llegado a un acuerdo en el cual no tienen mayoría de gobierno y, por lo tanto, el que nosotros no haremos será apoyar gratis a ninguna solución», espeta Sirera.
De hecho, en este sentido, los populares aseguran que estarían dispuestos a votarse a sí mismos «si los socialistas y los comunes no entienden que en esta cuestión de gobierno el Partido Popular es fundamental». En caso de que las dos formaciones estén dispuestas a ofrecerlos algo a cambio, los de Sirera estarían dispuestos a repetir la jugada a tres bandas para evitar que Xavier Trias se convirtiera en el nuevo alcalde de la capital catalana después de las elecciones municipales del 28 de mayo. «Queremos tener un papel importante a la Diputación de Barcelona», sentencia Sirera, que añade que el PP ya gobierna en ciudades importantes que forman parte de este ente, como por ejemplo Castelldefels o Badalona.

Pacto entre socialistas y comunes
El acuerdo al cual llegaron los socialistas y los comunes la semana pasada necesita los votos de los populares para lograr la mayoría absoluta. Sin sus votos, su propuesta perdería fuerza y volvería a dejar la puerta abierta para un posible acuerdo entre fuerzas independentistas. En caso de llegar a buen puerto las conversaciones con los populares, los socialistas asumirían la presidencia, y los comunes se quedarían con la vicepresidencia del ente.