El secretario general saliente y entrante de Junts per Catalunya, Jordi Turull, ha sido concluyente en su informe de gestión. En su exposición, esta tarde en el pleno del congreso del partido que se celebra este fin de semana en Calella, en el Maresme, Turull ha destacado la reconversión de Junts en una formación que «a pesar de los profetas de la derrota» es «más fuerte, más organizada, más activa y con más implantación territorial». De hecho, ha puesto en el balance el acuerdo de Bruselas y sus consecuencias como los encuentros en Suiza o el catalán en el Congreso.

Turull, sin embargo, ha querido ser claro en cuál debe ser el objetivo del partido que presidirá Carles Puigdemont a partir del domingo, llegar al poder. Sin embargo, el número dos de los miembros de Junts ha enfatizado que su trabajo es «no tener el poder por el poder», sino que es «tener el poder para lograr la independencia, por eso nosotros queremos el poder». En este sentido, ha animado a los delegados y la militancia a seguir el camino del crecimiento del partido porque el congreso que se celebra es el de la «reanudación» y «la ofensiva» y que «se ha acabado el luto de la represión».

El colíder de Junts ha pedido apresurarse en políticas dirigidas al área metropolitana y la conferencia sobre la inmigración. Sobre todo, Turull ha querido centrar la ofensiva en lograr que la mayoría de los votantes deben ver al partido como «la alternativa» contra el «gobierno de la anestesia». «No se trata de volver a hacerlo, se trata de acabarlo bien, es nuestra responsabilidad, compromiso y nuestra razón de ser».

La nueva ejecutiva de Junts que será elegida en el congreso de Calella/Junts per Catalunya
La nueva ejecutiva de Junts que será elegida en el congreso de Calella/Junts per Catalunya

Cuatro elecciones en dos años y medio

Turull también ha hecho balance de la historia del partido enmarcando la actual situación después de cuatro elecciones en dos años y medio de vida. Así, se ha vanagloriado de los 344 ayuntamientos y 2.709 concejales o bien los 35 escaños conseguidos en las elecciones al Parlamento del pasado 12 de mayo. Un balance que incluye 6.374 militantes. Cifras que para Turull remarcan que Junts «no se acomodarían en la resignación». «No somos de elegir el camino fácil», ha señalado añadiendo los obstáculos que han supuesto las «cloacas del Estado sin escrúpulos o mentir y manipular».

En el mismo sentido, ha valorado la decisión de dejar el Gobierno del presidente Pere Aragonès. «Lo hicimos de manera democrática y respetuosa», ha subrayado para argumentar que ante los «cantos de sirena que nos querían dóciles, nuestra pulsión por ser útiles» y evitar dirigir el país hacia la «resignación, o incluso, la rendición». En este punto, Turull ha puesto como mantra la «decencia» ante los que hacen «dolorosas renuncias». Una velada referencia a ERC a quien ha criticado que el esfuerzo llevado a cabo para hacer a Josep Rull como presidente de la cámara catalana no se aplicara para tener un presidente independentista y no «el presidente más españolista de la historia».

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