Junts per Catalunya ha entronizado de nuevo al presidente en el exilio, Carles Puigdemont, como presidente de la formación. Esta es la segunda etapa de Puigdemont al frente del partido, tras un paréntesis con Laura Borràs al mando del partido. «Dejamos de resistir, y pasamos a la ofensiva porque hay un país que nos está esperando», subrayó en su discurso tras ser proclamado presidente del partido, donde él y la nueva ejecutiva nacional fueron elegidos con el 90,18% de votos.

Puigdemont recordó que hace diez años se creó Junts pel Sí, una herramienta que definió como «histórica», y remarcó que «nunca se ha avanzado tanto como país cuando supimos ir juntos», pero cree que el independentismo debe «fortalecerse» para retomar el camino de la independencia, y por ello, reivindicó Junts como la «herramienta para estos tiempos». Así, creando un paralelismo con la candidatura unitaria, dijo que es necesario abrir la formación a más personas, y que el congreso de este fin de semana es solo el inicio de la apertura del partido. «No la culminamos hoy, hoy la comenzamos», sentenció.

Por otro lado, defendió que la propuesta de país de Junts per Catalunya se sustenta sobre «cuatro vigas maestras»: nación, progreso, libertad e independencia. «Cuatro ejes interrelacionados que solo se pueden entender si avanzan todos a la vez», subrayó. Y para hacerlo posible, Puigdemont y Turull, según señalaron, cuentan con personas en la dirección del partido que combinan la experiencia y la pericia con la «renovación» de casi el 50% de los cargos, un «conjunto de fichajes excepcionales que honran la tradición que hace del catalanismo la mejor cantera de la sociedad».

El secretario general de Junts, Jordi Turull, aplaude al llegar a la última jornada del Congreso de Junts en Calella / Glòria Sánchez / Europa Press

Turull, amenaza al PSOE y al «tripartito de facto»

En su discurso como renovado secretario general de los juntistas, Turull reivindicó el corpus político de la formación que, a su parecer, sea «alternativa» y pase a la «ofensiva». De esta manera se jactó de ser el partido que ha planteado el debate de la multirreincidencia, de la seguridad y que habla de inmigración para alejarse de “populismos xenófobos” y aplicar una “solución catalana al reto demográfico”. También se defendió como el partido que defiende la “concertación” y hacer política para “hacer bien las cosas y no para quedar bien”. En definitiva, un partido que busca representar a las “clases medias empobrecidas”.

Turull, sin embargo, subió el tono de cara a la estrategia independentista dejando de lado las “nostalgias del Primero de Octubre”. Por eso animó a la militancia a empezar la “reanudación” y amenazó directamente al PSOE, replicando que la formación “solo está casada con Cataluña y los catalanes”. En la misma línea también criticó al “tripartito de facto” -en referencia al PSC, Comuns y ERC- que quiere “pasar página” y “ni el oasis catalán, ni el cementerio catalán, república catalana”. Por eso reclamó el apoyo de la militancia para completar el proceso “porque depende de nosotros que terminemos aquel trabajo que comenzó en octubre de 2017”.

Puigdemont y Turull agradecieron la presencia del presidente del grupo parlamentario de Esquerra Republicana, Josep Maria Jové, y manifestaron que «nos gusta mucho que estéis hoy aquí». También agradecieron la presencia de Andoni Ortuzar y Joseba Egibar (PNB), Jon Iñarritu (Bildu), Rubén Cela (BNG), Xavier Antich (Òmnium Cultural) y Noemi Zafra (ANC). La clausura del congreso también contó con la presencia del presidente Artur Mas, la expresidenta del Parlamento Núria de Gispert, Joaquim Fernández (PSC), Salvador Coll (AMI), Antoni Cañete (Pimec), Benet Maimí (Foment) y representantes sindicales, entre otros.

Una votación en el congreso nacional extraordinario de Junts / Junts

Purga de borrasistas y minimización de los girondinos en la dirección

El cónclave se ha rendido a la máquina arrolladora que ha puesto en marcha el turullismo desde hace meses. Así, la nueva dirección ha purgado sin miramientos el borrasismo y ha reducido los postulados de los girondinos -los afines a Jaume Giró- y los de Victòria Alsina, exconsejera de exteriores, si se tiene presente el contenido final de las ponencias estratégica y de país. En todo caso, la ponencia organizativa es la que ha levantado más polémica con el entendido de que, aunque también contar con un apoyo mayoritario, es la que ha tenido más polémica a raíz de las listas cerradas y bloqueadas o el régimen de incompatibilidades. Un malestar que aún ardía esta mañana con que la elección de la ejecutiva solo tenía dos opciones: o la candidatura de Puigdemont o ninguna candidatura y ha desaparecido la opción del ‘no’.

Un congreso premeditadamente plácido

El congreso nacional de Junts per Catalunya ha sido premeditadamente fácil y, como buscaba el turullismo, se han aprobado casi por unanimidad las tres ponencias: «Esperanza y alternativa», «El país que queremos» y «Organización y funcionamiento del partido». De hecho, los documentos de estrategia, que incluyen una referencia a la unilateralidad y se marca el objetivo de convertirse en alternativa al Gobierno de Salvador Illa, y el que fija la ideología de la formación han conseguido el 99% de los votos, mientras que el que ha recibido menos apoyo ha sido el texto sobre la organización del partido, que, aun así, y después de la intervención de Jordi Turull en el debate de la ponencia, se ha aprobado por una amplia mayoría con el 93% de los votos.

El secretario general de Junts ha logrado imponer por una mayoría abrumadora sus tesis sobre las listas cerradas, y tumbar las enmiendas vivas que cuestionaban el nuevo sistema de dirección del partido, y la supresión de los seis meses de antigüedad que se reclamaba para poder formar parte de la dirección y permitir que personas como Antoni Castellà, que acaba de hacerse militante tras la fusión con Demòcrates, o independientes puedan ser miembros de la ejecutiva del partido. Asimismo, se ha dado luz verde a la creación de una fundación FunDem, heredada de Demòcrates, para convertirla en un think tank y dotar al partido de un espacio de «debate de ideas, formación y pensamiento». Una fundación que estará presidida por Laura Borràs, quien este fin de semana ha abandonado la presidencia de Junts con reproches a la política y elogios a Puigdemont. En este sentido, Puigdemont quiso tener un «agradecimiento especial» por la «generosidad» y por la lealtad a Cataluña, y auguró que será una muy buena presidenta de la fundación, una «herramienta para formar» los cuadros de Junts.

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