Tarde republicana, más que un debate entre los tres candidatos a presidir ERC. A tres días de las elecciones internas que deben decidir la próxima dirección de los republicanos, los tres candidatos -Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà– se han enfrentado en un único debate de la larguísima campaña interna. Una batalla política que se ha convertido en una verdadera guerra de trincheras entre las tres candidaturas. El encuentro ha sido un café de Ateneo, con críticas muy delicadas y en cierta manera, y como ha calificado el moderador, Oriol Duran, bastante hierático. De hecho, ha sido un poco demasiado rígido y a pesar de los tímidos intentos de buscar el cuerpo a cuerpo, no ha habido lo que técnicamente se puede llamar combate político.

De hecho, el debate de esta tarde se había calentado al mediodía, cuando Nova Esquerra Nacional y Foc Nou denunciaron la candidatura Militància Decidim, que lidera Junqueras, por la «falta de voluntad de debate de la candidatura Militància decidim impidiendo hasta cinco debates territoriales en Barcelona, Tarragona, las Terres de l’Ebre, el Baix Besòs y la Segarra». Las dos candidaturas lamentan que los junqueristas hayan puesto trabas en estas demarcaciones cuando bien se han podido celebrar debates con las diversas candidaturas en Molins de Rei y en Sant Feliu de Llobregat (Baix Llobregat). Pero ha sido fuego de artificio porque los tres candidatos se han limitado a explicar sus programas electorales internos, en los tres bloques establecidos en el guion y un minuto de gloria. El principal problema ha sido si se trataban de usted, de tú o como «compañeros».

Tres propuestas para la presidencia del partido republicano

Los tres candidatos han expuesto su propuesta ante la caída electoral y de militancia que ha perdido el partido. «Recoser» ha sido uno de los verbos más utilizados. La única voz que ha podido marcar diferencia estratégica ha sido Solà, criticando el acuerdo con el PSC y comprometiendo que el partido, si lo preside, «no investirá a nadie en el Congreso» si no es a cambio de un referéndum de independencia. De hecho, es la única candidatura que en este concepto marca una clara diferencia.

Junqueras ha basado su proposición en cuatro ideas claras: demostrar que ha recorrido el país desde hace meses, que no se le puede hacer responsable de lo que hacía la dirección del partido mientras él estaba en la cárcel, la falta de empatía del Gobierno republicano con sectores como la agricultura o la educación y centrar los esfuerzos del partido en las políticas sociales. En definitiva, Junqueras ha puesto ejemplos concretos para diferenciarse de las proclamas más genéricas de los otros candidatos.

Godàs, por su parte, ha insistido en que las elecciones del 30 de noviembre no son para un país sino para dirigir un partido. De ahí que haya enfatizado que NEN diferenciará entre los cargos de Gobierno y los del partido. Solà ha defendido su opción para recuperar la independencia como «eje central del partido». Tanto Godàs como Solà le han reprochado que ha sido 13 años presidente. Junqueras hábilmente les ha recordado que de esos 13, cuatro ha estado en la cárcel.

Una imagen del debate entre Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà/ERC
Una imagen del debate entre Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà/ERC

El día después de unas elecciones de ERC muy tensas

El debate ha sido aburrido, con poco punch por parte de unos candidatos que parecían más cansados que entusiasmados por debatir. Incluso, Junqueras ha tirado de ironía planteando que al día siguiente vayan las tres candidaturas por el territorio a «recoser» el partido. De hecho, Junqueras se ha comprometido el primero de diciembre a convocar a las otras candidaturas para ver cómo evaluar el futuro del partido.

También en el marco de las coincidencias, Junqueras y Solà se han conjurado para hacer una auditoría o una comisión de la verdad sobre las campañas de falsa bandera. El debate ha dejado en la red la dureza, la amargura y la crítica que se ha vivido durante esta campaña. En definitiva, los tres candidatos, con sus peculiaridades, militan en el mismo partido. La militancia tiene estas cosas, que al final, todos miran por el partido.

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