La guerra interna en ERC de cara al Congreso del 30 de noviembre ha tenido un preámbulo. En concreto, la durísima batalla que ha vivido Esquerra Republicana del País Valenciano (ERPV), en el congreso que celebró el pasado 20 de octubre y que eligió como presidente Josep Barberà, investigado por acoso sexual a la exsecretaria general del partido, Maria Pérez, por un juzgado de violencia sobre la mujer de Alzira. Barberà ya había sido presidente del partido, desde que fue elegido en el congreso de Sagunto en 2016 hasta 2023.
La victoria de Barberà fue ajustada. En concreto, obtuvo 75 votos contra los 67 obtenidos por Domènec García, de Dignidad Republicana, y hubo dos votos en blanco, del total de 144 militantes que podían ejercer su derecho a voto. Por cierto, una votación con polémica porque no se permitió el voto telemático, a diferencia de cómo se hará la elección de la nueva ejecutiva nacional. La fuerte división interna y la onda expansiva de la crisis de ERC en Cataluña, en la medida que Domènec García se ha reconocido como partidario de Oriol Junqueras y Barberà ha preferido no manifestarse, también han enturbiado aún más la situación.
La reelección de Barberà, cuando está investigado por acoso, ha traspasado las fronteras de ERC y ha provocado un hecho inédito: la suspensión del 65º Aplec del Puig en la Montaña de la Patà, un encuentro histórico del independentismo en el País Valenciano previsto para el próximo domingo 27 de octubre. La crisis del País Valenciano ha saltado también al Principado, y las diversas candidaturas se han posicionado. Los más contundentes han sido los octubristas de Recuperem ERC y Militància Decidim, que apoyan a Junqueras.

Gestando malestar desde hace más de un año
De hecho, el malestar de cara al congreso ya hacía tiempo que se podía percibir. Al fin y al cabo, al cónclave se llegó con el partido dirigido por una gestora desde hacía un año. Además, ya se había pospuesto tres veces, después de haber sido programado para el 11 de noviembre de 2023, el 21 de abril de 2024 y el 6 de julio de este mismo año. Todo esto en un embrollo interno que se ha incrementado por una querella interpuesta por la exsecretaria general de la formación Maria Pérez contra Barberà, cuando era presidente del partido.
De hecho, la querella llega después de que Pérez presentara una denuncia interna por conductas contra la libertad sexual. El partido abrió una investigación que se prolongó durante cuatro meses, desde octubre de 2023 hasta enero de 2024, y que terminó cerrada por falta de suficientes indicios contra Barberà. El 8 de marzo, Pérez presentó la denuncia a la justicia ordinaria. El juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Alzira abrió diligencias previas que aún se encuentran en fase de instrucción, eso sí, sin ninguna medida cautelar contra el denunciado. En todo caso, el Diari La Veu del País Valencià –con el que El Món tiene una alianza–, accedió al informe pericial judicial, que constataba «la existencia de mal emocional en forma de lesión clínica, con sintomatología ansiosa-depresiva» que «resultaría compatible con los hechos denunciados».

Reverberación en Barcelona
La crisis valenciana ha llegado al Principado, a la sede de ERC nacional, en la calle Calàbria de Barcelona, y al proceso congresual que vive la formación. Los primeros en implicarse y denunciar el embrollo valenciano fueron los octubristas de Recuperem ERC, candidatura que integra varios nombres de los republicanos en el País Valenciano. De hecho, Recuperem ERC apoyó públicamente a la lista de Dignidad Republicana de Domènec García y ha denunciado a través de un comunicado que reclamaba una «conducta más ejemplar» de la dirección nacional, la cual consideran «responsable del fracaso de la federación valenciana». Incluso, acusaban a Calàbria de utilizar los instrumentos del partido, como la comisión de garantías, para «silenciar la grave problemática que padece el País Valenciano».
Por su parte, Militància Decidim también ha emitido un duro comunicado donde denuncian «el hecho de que la organización no haya tomado las medidas adecuadas para evitar que una persona con un procedimiento abierto en la justicia ordinaria por un caso de violencias machistas haya podido presentarse a la presidencia de ERPV». En este sentido, aseguran que, si ganan el congreso del 30 de noviembre, harán los «cambios internos necesarios para que nunca más se pueda repetir una situación como esta». También enfatizan el apoyo a la denunciante. En cuanto a Foc Nou, la candidatura señala que el caso muestra «la dejadez de la ejecutiva actual ante las federaciones de ERC del resto de los Países Catalanes». Nova Esquerra Nacional (NEN) aún no se ha pronunciado sobre los hechos.
