Finalmente, retirada a los cuarteles de invierno y repensar la estrategia. Así lo ha decidido la novena asamblea de Foc Nou, el movimiento iniciado a raíz del 30º congreso de ERC que lideraban Helena Solà, Alfred Bosch, Jordi Orobitg y Gabriel Fernández. Este martes se ha celebrado la asamblea telemática que debía decidir su futuro inmediato dentro de la estructura de la formación que vuelve a liderar Oriol Junqueras. Un cónclave que enfrentaba dos posiciones. Una defendida por el oficialismo, de retirada. Y una segunda opción, defendida por Joan Puig, que reclamaba mantener la llama e incrementar el mensaje independentista. Dos posicionamientos que se debatían en sendos documentos adelantados por El Món.
Así, la asamblea de Foc Nou ha aprobado, una vez concluido el proceso congresual, «abrir una nueva fase» en la cual «todo lo que se ha construido con ocasión del 30º Congreso Nacional debe dar paso a nuevas fórmulas organizativas y dirigidas a nuevos retos». El manifiesto sobre la nueva etapa ha recibido el apoyo del 68% de los participantes. Sin embargo, la organización no ha informado del número exacto de participantes, aunque El Món ha sabido el número de votos. Así, la propuesta alternativa, presentada como una enmienda a la totalidad por Puig, se ha descartado con el 59% de los votos en contra, seis a favor, doce y cuatro abstenciones. La resolución oficialista ha recibido 15 votos a favor, 4 abstenciones y 3 en contra. Son habas contadas, 22 asistentes de los más de 400 avales que obtuvieron.
«Éramos una candidatura que, habiendo alcanzado los objetivos viniendo de la nada, ha terminado su recorrido como tal», apuntan fuentes de los oficialistas. «Ahora hemos acordado trabajar en fórmulas nuevas para construir el cambio en ERC sin el paraguas de una marca concebida para el proceso congresual», añaden. «Esto debe servir para aglutinar más capital humano alrededor de la recuperación del partido y sus principios fundacionales independentistas», insisten. «Foc Nou nació como colectivo dentro de ERC y lo sigue siendo», remarcan sin admitir que continuarán como corriente.

Una nueva etapa
Según el documento aprobado, el movimiento, que consiguió un 13% de los votos de los militantes que votaron en el congreso, quiere «iniciar un periodo de creación de las mejores herramientas que serán necesarias, de forma inmediata, para lograr estos cambios en el seno de ERC, como un mandato real sobre la línea política por parte del Consejo Nacional, máxima expresión asamblearia del partido». Es decir, lejos de constituirse como una corriente interna, como lo permiten los nuevos estatutos de la formación, la intención es que los integrantes de Foc Nou intenten hacerse fuertes en el senado del partido, el consejo nacional, máximo órgano de decisión entre congresos.
Asimismo, el colectivo asegura que «se ha conjurado a mantener el compromiso más firme de promover un cambio profundo en las estructuras, las formas y el fondo de las estrategias de la dirección nacional de ERC». De hecho, el mismo documento enfatiza que la actual dirección «no ha alterado la deriva política de los últimos tiempos, caracterizada por el apoyo a los socialistas, que erosionan la misma ERC mientras la lucha por la República Catalana se pierde en la retórica».
Por otro lado, el movimiento ha hecho un llamamiento a la militancia actual y futura «a sumarse al proyecto colectivo de ERC asumiendo que el objetivo político irrenunciable es la construcción de una nación catalana libre, independiente, justa, igualitaria y cohesionada, con el catalán como lengua propia». Aunque baje el telón, el colectivo se vanagloria de haber sido «una aportación clave a la hora de nutrir opciones nuevas y ganadoras en otros procesos internos de ERC, ya sea a través de agrupaciones regionales o locales, ya sea en la aparición de esperanzas colectivas».