La pax Junquerista se ha impuesto en todo el país a través de las federaciones regionales de ERC. Una situación que se está replicando en la multitud de congresos comarcales que los republicanos están celebrando, manteniendo ocupados a Pau Morales y Oriol López, los encargados de asegurar que la maquinaria de la formación, su capilaridad municipal, no se detenga o se dañe. En este ambiente de cierta armonía que algunos llaman la «filosofía del Sendero Luminoso», las tres agrupaciones que disputaron el último congreso se han disuelto como el azúcar en un café, pero todavía hay quienes mantienen la llama para establecerse como una corriente de fuerza interna y tratar de marcar una agenda diferente a la actual dirección del partido.

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Si Militància Decidim, la agrupación que apoyaba a Oriol Junqueras como presidente, se ha transformado en el aparato de la formación, Nova Esquerra Nacional (NEN) ya comenzó a perder fuerza en la asamblea de Martorell, donde abandonaron cualquier lucha. Todavía quedaba, sin embargo, Foc Nou, que lideraban Alfred Bosch y Helena Solà, junto con el abogado Jordi Orobitg y el sabadellense Gabriel Fernàndez. La victoria, por la mínima, pero contra todo el aparato, en la Federación de Barcelona, hizo pensar que el movimiento se establecería como un bloque de resistencia pensando en las municipales de 2027. De hecho, se dejaba entrever una especie de pacto tácito entre simpatizantes de NEN y los de Foc Nou. Pero la federación de Barcelona, clásicamente muy punky, no responde a esta lógica. Ahora bien, el resultado hace pensar, y así se comenta entre los casales y la militancia, la posibilidad de que Bosch se presente a las primarias como candidato a alcalde en 2027. De hecho, Bosch ya las ganó y Junqueras lo hizo retirar en 2019 y fue relevado por Ernest Maragall.

Pero, meses después de la victoria en Barcelona, Foc Nou, ha perdido efectivos y presencia. Una situación que los ha llevado a convocar una asamblea telemática el martes de la próxima semana para debatir y aprobar un manifiesto que certificaría su defunción política. Un documento, al que ha tenido acceso El Món, que ha hecho saltar a algunos de los 80 miembros más activos de la corriente. Entre ellos, Joan Puig, que como viejo rockero quiere mantener la música y el ritmo manifiestamente independentista de Foc Nou. De hecho, ha presentado un documento alternativo, al cual también ha tenido acceso El Món, donde no solo defiende la continuidad de Foc Nou, sino que añadiría el término «Independentista» al nombre.

La candidata de Foc Nou, Helena Solà, junto a Alfred Bosch y otros miembros del equipo / Jordi Borràs / Foc Nou

Un comunicado oficialista

La paradoja es que Foc Nou, que nació como una corriente crítica ante los dos aparatos, ahora tiene un sector oficialista y otro rebelde. De ahí que el manifiesto que ha presentado Alfred Bosch haya alarmado a los representantes del alma más beligerante de la corriente porque consideran que es «su eutanasia». De hecho, el documento concluye que «la aportación de Foc Nou ha sido clave a la hora de nutrir opciones nuevas y ganadoras en otros procesos internos de ERC, sea a través de agrupaciones regionales o locales, sea en la aparición de esperanzas colectivas«.

Sin embargo, pese a este éxito que dicen que ha evitado otras mayorías, obliga a «abrir una nueva fase en la cual todo lo que se ha construido en ocasión del congreso nacional debe ceder el paso necesariamente a nuevas fórmulas organizativas y dirigidas a nuevos retos«. Y pide reorganizar la fuerza para hacer del Consejo Nacional una especie de contrapoder al aparato junquerista. Por ello, propone «iniciar un período de creación de las mejores herramientas que serán necesarias, de forma inmediata, para lograr estos cambios dentro de ERC, como un mandato real sobre la línea política por parte del Consejo Nacional, máxima expresión asamblearia del partido«. De ahí que animen a la militancia a «sumarse al proyecto colectivo de ERC».

En conversación con El Món, Bosch asegura que Foc Nou ha sido una «herramienta» pero que quiere evitar quedar en la irrelevancia o convertirse en una especie de gruñón del partido. Por ello, la gestora de Foc Nou cree que es el momento «de esperar a una mejor ocasión» y utilizar otros mecanismos que ofrece el partido como son los casales o el consejo nacional. «Ahora hay que ser constructivos», insiste.

El sector rebelde quiere guerra

El documento deberá debatirse en el cónclave del próximo martes, pero también se deberá debatir otro que apunta en dirección contraria. Es decir, convertir Foc Nou en un verdadero contrapoder dentro de la formación. De hecho, este manifiesto propone rebautizar la corriente como Foc Nou Independentista. Por ello reclama «dar continuidad» a la corriente con «un posicionamiento independentista claro y contundente». En este sentido, plantea constituirse oficialmente como corriente interna, tal como permiten los estatutos aprobados en la ponencia organizativa del congreso del partido.

El documento alternativo pone sobre la mesa la posibilidad de «crear una nueva estructura de Foc Nou que dé respuesta a la actual situación y que genere posicionamientos claros ante la deriva independentista de los últimos años». En este marco, también añade «forzar una celebración de una consulta para que la militancia decida si es necesario romper o no con el PSC y el PSOE». Asimismo, reclama que Foc Nou lidere un encuentro con el resto de los partidos independentistas y entidades de la sociedad civil para llevar adelante un acuerdo de mínimos de unidad estratégica independentista.

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