El expresidente de la Generalitat de Catalunya Artur Mas se ha dejado ver durante las últimas semanas a las presentaciones de los alcaldables de Junts per Catalunya. Sobre todo de aquellos candidatos que provienen del mundo convergente, como por ejemplo el alcalde de Avinyonet del Penedès, Cèsar Herraiz, quién llevó a cabo su presentación a la reelección la semana pasada. También se ha dejado ver en la presentación del alcaldable de Banyoles, Miquel Noguer, y en la de la flamante estrella de Junts de cara a las elecciones municipales: Xavier Trias, el candidato de Barcelona.

Reunificar el espacio convergente
Artur Mas no es afiliado de Junts y, en cambio, continúa siéndolo del PDeCAT, a pesar de tener poco actividad en el seno del partido. Aun así, y a pesar de que en varios municipios habrá un choque entre Junts y el partido de Marc Solsona y David Bonvehí, el objetivo de Mas es reunificar su espacio. “Nuestro reto es recuperar un espacio central en este país, con el objetivo de construir un país libre, culto, un próspero, un solidario y cívico al servicio de todo el mundo”, aseguraba el presidente en una calçotada, en la cual estaba Jordi Pujol, el secretario general de Junts, Jordi Turull, el ex consejero de Economía, Jaume Giró, y la portavoz de Juntos en el Congreso, Míriam Nogueras. La calçotada, a pesar de ser una anécdota, también puede ser un síntoma de hacia donde se dirige Junts. Mas no ha escondido nunca su lamento por el estropicio entre Junts per Catalunya y el PDeCAT.
Si bien es cierto que Mas también ha asistido a la presentación de algunas candidaturas del PDeCAT –como por ejemplo la de Llorenç del Penedès, con el alcalde, Jordi Marlès–, hay dirigentes de Junts que especulen ya con un paso del PDeCat hacia Junts per Catalunya imitando Xavier Trias, que cambió una militancia por la otra hace unos meses. «No lo descarto», asegura un dirigente del partido de Turull, quien asegura que este movimiento se podría ver en los próximos meses.
Otro dirigente saca hierro a la presencia de Mas en estas presentaciones de Junts per Catalunya y matiza que el único que significa es que Mas «se siente responsable de este espacio». De hecho, este cargo del partido de Puigdemont culpa Ferran Bel y Marc Solsona de la rotura del espacio convergente. Es cierto que el presidente siempre ha verbalizado que en el contexto actual él tiene un papel «institucional» y no como militante activo de un partido, como también lo es que los tres candidatos de Junts a las cuales ha ido a su presentación como alcaldable tienen una buena relación con el presidente.
Mantiene el contacto con Puigdemont, con encuentros periódicos
Otras dirigentes argumentan que Mas no dará el paso hacia Junts porque «ejercerá hasta el final de expresidente», en el sentido más institucional del término, lejos de las batallas partidistas. Y todo el mundo que conoce Mas cree que nunca se dará de baja del PDeCat. Siempre ha subrayado que él no se ha movido de donde era, cosa que implica que no deja el PDeCat pero que continúa sintiendo los vínculos con gran parte de los dirigentes de Junts. Entre otros, mantiene el contacto con Puigdemont y tiene encuentros periódicamente.
Malestar al sector borrasista
En Junts también hay voces más refractarias a este acercamiento que implica, de alguna manera, la reconstrucción del espacio de CDC. El sector borrassista siempre ha sido reticente al paso de dirigentes del PDeCAT hacia Junts y, incluso, con los pactos puntuales, como los de las municipales. De aquí vienen algunos problemas por el pacto entre Junts e impulsamos, a pesar de que el Consejo Nacional de Junts lo aprobara con solo unos veinte votos en contra. «Estamos resucitando unos personajes que Ahí es nada», asegura un dirigente de Junts afín a Borràs, haciendo referencia también al aumento de la presencia pública de el expresidente Jordi Pujol.
También es cierto que uno de los objetivos de Turull en estas elecciones municipales es el de recoser el espacio convergente y así lo ha hecho con los pactos con Impulsem Penedès e Impulsem Lleida -que aglutina más de 200 listas-, y con pactos con destacados alcaldes que provienen del PDeCAT, como son el de Igualada, Marc Castells, o el de Martorell, Xavier Fonollosa. También va en esta dirección la candidatura de Trias en Barcelona, a pesar de las dudas que tuvo el exalcalde durante unos días por la salida de Junts del Govern de la Generalitat.
Josep Rull gana galones al partido
Otro factor que puede tener peso es una eventual sentencia condenatoria por la presidenta del partido, Laura Borràs. Hay voces en Junts que la verían como una oportunidad por debilitar el sector afín a la presidenta del partido, puesto que se quedarían sin la oportunidad que se pueda presentar a las próximas elecciones en el Parlament de Catalunya, como hizo el 14-F de 2021.
En este sentido, durante las últimas semanas Josep Rull ha ganado puntos para ser el próximo candidato de Junts per Catalunya, a pesar de que Giró sigue en la carrera, a pesar de que ninguno de los dos en habla. De hecho, quién habla es el entorno, y no los protagonistas.
Rull sería una forma de coser todas las almas en un solo candidato, puesto que puigdemontistas y turullistas ven con buenos ojos la opción del actual presidente del Consell Nacional de Junts. Pero la lealtad de Rull con Jordi Turull hace que él se mantenga apartado de la posición de candidato potencial mientras queden opciones judiciales para luchar por el fin de la inhabilitación del secretario general. La nueva mayoría menos conservadora al TC es vista por Junts como una posible rendija. Y, de momento, las elecciones se ven lejos y los partidos se concentran en las municipales.
En cuanto a Jaume Giró, tiene el apoyo de otro sector convergente del partido, que encuentra Turull hace demasiados equilibrios con el borrasismo. En este círculo hay el entorno que queda del anterior secretario general, Jordi Sànchez. Giró este verano ya fue lo primero de reivindicar abiertamente la herencia de CDC, en un acto del Año Trias Fargas al cual también asistió Pujol. El ex conseller d’Economia, que batalló activamente para continuar en el Govern mientras Turull se mantenía en silencio sobre su posición en la consulta interna de Junts para decidir la ruptura, también se ha dejado ver en actas con Pujol como protagonista.

