El barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) presentado este lunes ha provocado un auténtico terremoto político. La extrema derecha, tanto catalana como española, está en auge en Cataluña y ahora mismo nadie sabe decir si ha tocado techo o aún puede mejorar sus perspectivas electorales. Aliança Catalana, con una proyección de 19-20 escaños, se dispara y empataría con Junts en el tercer puesto, mientras que Vox (13-14) continúa consolidándose y ya supera al PP. El director del CEO, Joan Rodríguez Teruel, alerta que los votantes de ambos partidos “cada vez se parecen más” e incluso la encuesta apunta a un creciente “voto dual de derecha radical”, con más personas dispuestas a apoyar a Sílvia Orriols en el Parlament y a Santiago Abascal en el Congreso.
Una de las principales similitudes entre los dos partidos es que tanto Aliança Catalana como Vox reciben mucho apoyo de los jóvenes entre 18 y 24 años, con una intención de voto sensiblemente superior a la media del conjunto de la población. Así, el partido de Orriols consigue el 12% del voto joven y Vox el 13%, unos porcentajes muy similares a los que obtienen el PSC (13%) y ERC (13,6%). Sus principales competidores, Junts (4,3%) y el PP (6%), fallan en este rango de edad. El género también es un punto de coincidencia, ya que los hombres son más propensos a votar a la extrema derecha: un 10,7% de los hombres apuesta por Aliança Catalana y 8% por Vox, mientras que en el caso de las mujeres este porcentaje baja hasta el 6,3% y el 5,7%, respectivamente.
Pero más allá de estas coincidencias, que son comunes a la extrema derecha global, el CEO ofrece información interesante sobre los votantes de los dos partidos que se puede expresar en 10 gráficos y permite establecer similitudes y diferencias importantes.
1. Eje ideológico izquierda-derecha

La autoubicación en el eje izquierda-derecha es una de las grandes diferencias entre los votantes de Aliança Catalana y los de Vox. Así, los primeros se perciben como parte de una formación de centro o centroderecha moderada (5,7), mientras que los de Santiago Abascal están claramente escorados a la derecha y tienen un porcentaje significativo de votantes que se considera extrema derecha sin reparos.
2. Relaciones Cataluña-España

Las relaciones entre Cataluña y España también marcan cierta distancia entre las dos formaciones, ya que en Vox predomina claramente la preferencia porque Cataluña sea una región (22%) o una comunidad autónoma (55%) dentro de España, mientras que los votantes de Aliança Catalana optan por el Estado independiente (48%) como primera respuesta, el porcentaje más bajo entre todos los partidos independentistas. Sorprende que haya muchos votantes potenciales de Sílvia Orriols que opten por comunidad autónoma (21%) o un estado federal (26%) como solución al conflicto político.
3. Independencia Sí o No

En el caso de la pregunta directa sobre la independencia de Cataluña, los votantes de Aliança Catalana también son los menos independentistas entre los independentistas. Solo el 62% dice apostar por la independencia del país, lejos del 70% de los votantes de ERC, el 81% de los de Junts y el 84% de los de la CUP. En cambio, en Vox son los más unionistas con un 87% de contrarios a la independencia, por encima del PP (84%) y del PSC (76%).
4. Los principales problemas de la gente

El apartado de los principales problemas de la ciudadanía permite ver cómo, lejos de las luchas nacionales, la extrema derecha construye un imaginario compartido. La inmigración solo es el «problema más importante de Cataluña» para los votantes de Aliança Catalana (29%) y de Vox (26%). Ni siquiera los del PP (18%) lo ponen en primera posición. El resto, con la CUP, los Comunes y ERC a la cabeza, tienen el acceso a la vivienda como principal preocupación. De hecho, los votantes de ningún partido excepto la extrema derecha y el PP mencionan la inmigración como problema en ninguna de sus respuestas.
5. Posicionamiento ante la inmigración

Los votantes de Aliança Catalana son los que tienen un discurso más radical con la inmigración, a menudo incluso más que los de Vox. La gran mayoría considera que no se hace demagogia contra los inmigrantes, piensa que el gobierno ha perdido el control de las fronteras o que hay demasiada inmigración.
6. Prioridades de la Generalitat

Igual que pasa con los principales problemas de la ciudadanía, los votantes de Aliança Catalana y Vox tienen una agenda muy similar a la hora de decidir qué temas deberían ser prioritarios para el Gobierno. El primero es el orden y la seguridad. Los del resto de partidos, incluido el PP, señalan la reducción de la pobreza como primera opción, mientras que la inseguridad baja hasta la tercera o la cuarta.
7. Fuentes de información política

Otro punto en común entre Aliança Catalana y Vox es que sus votantes se informan de política sobre todo a través de las redes sociales, mientras que los del resto de partidos, excepto la CUP, lo hace a través de la televisión en primera instancia o a través de la radio o los diarios como segunda opción.
8. Gestión del Gobierno de Salvador Illa

Otro punto en común de la extrema derecha es la desconfianza en las instituciones. Los votantes de Aliança Catalana y Vox son, con diferencia, los que ponen peor nota al Gobierno de Salvador Illa. Los de Aliança Catalana le ponen un 3, mientras que los de Vox le dan un 3,5. En cuanto al grado de aprobación, solo el 25% de los votantes de Sílvia Orriols aprueban la gestión del Gobierno Illa por el 43% de los de Santiago Abascal.
9. Confianza en los políticos

En la misma línea, la confianza en los políticos también está bajo mínimos entre los votantes de extrema derecha. Solo el 41% los aprueba. Los votantes de Vox ponen una nota media de 3,3 y los de Aliança un 3,9.
10. Líder preferido para ser presidente

Los votantes de Aliança Catalana son los que tienen más claro quién es el líder preferido para ser presidente de la Generalitat. Un 80% considera que Sílvia Orriols es la persona idónea. Por comparación, solo el 64% de los votantes del PSC ven a Illa como el mejor presidente posible y un 65% de los de Junts elegirían a Carles Puigdemont para liderar el país. Más difícil lo tiene Oriol Junqueras, que solo recibe el 34% de los votos entre los suyos.


