La Junta Electoral Central (JEC) se reúne este jueves para abordar la retirada del escaño de la presidenta de Junts y presidenta suspendida del Parlamento, Laura Borràs, después de la condena a cuatro años y medio de prisión y a 13 años de inhabilitación por el fraccionamiento de contratos cuando estaba al frente de la Institución de las Letras Catalanas (ILC). El ente examinará los escritos presentados por PPC, Cs y Vox para que le retire el acta de diputada aunque la sentencia no sea firme, igual que pasó con el expresidente Quim Torra y el exdiputado de la CUP Pau Juvillà.

Fuentes del órgano han explicado a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que también tiene sobre la mesa la posibilidad de traspasar el caso a la Junta Provincial Electoral, que ya está constituida de cara a las elecciones del 28-M. Si finalmente la JEC opta para asumir el recurso de los partidos unionistas, lo más probable es que siga la línea de los pronunciamientos anteriores y considere que la sentencia del TSJC por prevaricación y falsedad documental es motivo suficiente para dictar su inelegibilidad sobrevenida, tal como establece el artículo 6.2 b) de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

La presidenta de Juntos, Laura Borràs, durante el juicio al TSJC / Europa Press

Los precedentes de Torra y Juvillà, un mal augurio para Borràs

El artículo en cuestión, que ya se utilizó para retirar el escaño a Torra y Juvillà, establece que «son inelegibles los condenados por sentencia, aunque no sea firme, por delitos de rebelión, de terrorismo, contra la Administración Pública o contra las Instituciones del Estado cuando la misma haya establecido la pena de inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo o la de inhabilitación absoluta o especial o de suspensión para puesto de trabajo o cargo público». En el caso de Borràs, la inhabilitación por 13 años afecta a cualquier cargo público electo o de funciones de gobierno o administración.

Una vez tomada la decisión de retirarle el escaño, la JEC la trasladará a la Mesa del Parlamento, que tendrá que hacerla efectiva. Posteriormente, el grupo parlamentario de Junts tendrá que decidir cómo sustituye a la presidenta suspendida de la cámara. Una opción sería hacer correr la lista y que el siguiente nombre pase a ocupar su escaño y la otra sería dejarlo vacante a modo de protesta. Si, en cambio, la Junta Electoral Central opta para enviar el caso a la Junta Provincial, los tiempos de decisión se alargarían y cualquier decisión se podría recurrir a la misma JEC.

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