Las negociaciones para la investidura del socialista Pedro Sánchez llegan al fin de semana en un momento de máxima tensión. De hecho, el foco de la recta final se centra en la posición de Junts por Cataluña y en su líder, el presidente al exilio, Carles Puigdemont. La reunión del Secretariado Permanente este jueves en Bruselas acabó sin una postura unánime, a pesar de que había participantes en el encuentro que defendían añadirse en el acuerdo de socialistas y republicanos y firmarlo con pocas modificaciones en el último texto acordado. Pero, finalmente, tanto jueves como este viernes ha ganado la posición de evitar que «la amnistía solo sea por élites». Es decir, que sea efectiva para los políticos, pero deje de banda centenares de represaliados por delitos de orden público o por los procesos de
«Haremos como el
La preocupación es también la cláusula que excluiría los procesos abiertos por terrorismo, donde se ubicarían casos como la investigación del Tsunami Democrático o la Operación Judas, ambas comandadas por el titular del juzgado de instrucción 6 de la Audiencia Nacional, Manuel Garcia Castellón. Junts también quiere proteger de condenas los encartados en causas por procesos abiertos a raíz de las actuaciones de la policía patriótica. «Queremos una amnistía restaurativa», insisten las mismas fuentes y «no una que se limite a los procesados al juzgado 13 o 18, o a los condenados del Proceso, porque al final, quien más se beneficiará de la amnistía será el Estado español».

La cláusula de la discordia en el redactado de la amnistía
Una de las exigencias de Junts en esta negociación que se alarga más del que querrían los socialistas es una cláusula que implique los casos abiertos por
Junts quiere aprovechar la «cláusula del
Pero, además, Junts ha querido enfriar las expectativas de un pacto inmediato que se estaban generando porque considera que ERC y PSOE han maniobrado con «rapidez» para «recortar el terreno de juego» a los de Puigdemont. De aquí que el acuerdo se atrase por la defensa de esta cláusula que Junts califica «de imprescindible». «Con esta cláusula evitaríamos que los poderes del Estado más intransigentes con la ley bloquearan una amnistía que tiene que ser general para todos los perjudicados por la represión del proceso independentista», subrayan fuentes de Junts.

Una directiva europea, clave en la fase final de la negociación
En relación con esta cláusula, que alcanzaría desde la operación Volhov al caso Judas, hay que tener presente la influencia de la directiva de la Unión Europea 2017/541 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo de 15 de marzo del 2017. Un ordenamiento que limita mucho la aplicación de medidas de perdón o amnistía en procesos de terrorismo y tortura. Con este texto en la mano, Junts intenta hacer orfebrería fina y defiende un redactado que no deje ningún espacio a prohibir la amnistía en los procesos abiertos a la Audiencia Nacional en que se presenta una acusación bajo el paraguas del terrorismo o la tenencia de explosivos, como por ejemplo la causa del Tsunami Democrático o la operación Judas. Este redactado consistiría a incluir en la amnistía aquellos casos que no han registrado ningún estrago y en que, además, no hay ninguna sentencia firme.
Por lo tanto, la lectura de esta cláusula determinaría los casos que todavía se pueden desprender de las diligencias que continúan secretas a la Audiencia Nacional y que podrían abrir nuevas piezas separadas por los mismos delitos. Un riesgo que también corren la cuarentena de nombres que aparecen en las piezas separadas de la Volhov que, en cualquier momento, pueden ser convertidos en imputados por el juez. De hecho, a la causa del Tsunami todavía permanece en manos de la fiscalía el expediente que remitió el titular del juzgado de instrucción 1, Joaquín Aguirre, en una de las piezas separadas de la Volhov, sobre Tsunami. El ministerio público apostaba para enviar la causa a un juzgado ordinario de Barcelona. En todo caso, esta directiva es, para Junts, fundamental en la arquitectura de la amnistía, tanto por quien puede quedar incluido como por quien puede quedar excluido.

‘Pressing’ Junts: ERC y PSOE empujan para llevar el pacto en el Congreso
En este marco, es posible que, para aumentar la presión sobre Junts, ERC y PSOE registren el texto acordado y fuercen la negociación en el Congreso. Una táctica que los juntaires aseguran que no los asusta, porque han llegado a la convicción que tienen tiempo para negociar «hasta diciembre». «No tienen presente que Puigdemont cuenta quedarse en Bruselas», opinan con cierta ironía miembros de Junts consultados por El Món. «Tenemos que aprovechar que tenemos el Estado en nuestras manos, y no podemos caer en la trampa en que nos quieren hacer caer ERC y socialistas», insisten desde la formación.
Por eso, ahora centran los esfuerzos en la ley de amnistía y a «el garantizar que sea general». De aquí que ven bien la figura del «verificador» pactada entre ERC y PSOE, a condición de que se cumplan sus funciones tal como recoge el acuerdo. De hecho, desde los juntaires aseguran que el presidente al exilio «ve bien» los nombres que se han propuesto, a pesar de que considera que es imprescindible que los espacios de negociación de ERC y Junts, «aunque no es que comparta estrategia, como mínimo se coordinen». A pesar de la tensión, nadie quiere, a estas alturas, un desacuerdo.