Las elecciones francesas del domingo supondrán, con toda probabilidad, un cambio en el panorama político francés. La duda a estas alturas es saber con cuánta fuerza ganará el partido de Marine Le Pen y todo a punta que sus rivales en segunda vuelta no serán los de Emmanuel Macron, sino el nuevo frente de izquierdas que ha surgido para frenar a la extrema derecha. En Cataluña, el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, se ha encomendado a este espíritu para unir las formaciones de «izquierda y progreso» y parar el auge de VOX y Aliança Catalana en el Parlamento catalán. «Lo que pasa en Cataluña no es tan diferente a Francia. ¿Y como combaten la extrema derecha allá? Juntándose las formaciones de izquierda y progreso. Esta es una fórmula que se tiene que tener presente», ha indicado el socialista en el Congreso del PSC celebrado en Mataró.
PSC, ERC y Comunes suman la mayoría necesaria para investir a Illa como presidente, pero ERC todavía no ha decidido si apostará por esta opción o por reeditar un acuerdo independentista, ahora con Carles Puigdemont de nuevo al frente. El socialista, continuando con el símil francés, ha remarcado que el tripartito es una forma plausible y que el ejemplo francés, «un país de fuerte tradición democrática», lo demuestra. Illa continúa apretando a ERC y pide «dejar de banda las diferencias» para juntarse en una fórmula como la francesa.

«La única opción posible»
De hecho, los socialistas remarcan que esta es la única opción que evitaría una repetición electoral, descartando de nuevo ningún acuerdo con PP y VOX o una posible abstención a Carles Puigdemont. Illa ha dejado claro que la única opción es un «pacto de progreso» que incluya a los republicanos y a la formación poscomunista. «Dad tantas vueltas como queráis, pero solo hay una única opción», ha repetido, puntualizando, en todo caso, que PP y Junts pueden participar otros acuerdos «anchos y transversales».