Las delegaciones de Junts per Catalunya y el PSOE se reunieron con el verificador internacional durante las 48 horas posteriores a que el presidente en el exilio y líder de Junts, Carles Puigdemont, compareciera el pasado 17 de enero en Bruselas para anunciar que suspendía las relaciones sectoriales con los socialistas españoles y exigir esta reunión que él mismo calificó de «urgente y extraordinaria». Fuentes conocedoras del encuentro, que no han querido desvelar dónde se celebró, han señalado que el encuentro sirvió para repasar punto por punto el estado del cumplimiento del Acuerdo de Bruselas y tratar otros aspectos acordados como la transferencia integral de las competencias en inmigración. Además, fuentes de Junts indican que este mes de febrero se reanudarán los encuentros mensuales en Suiza.

Las mismas fuentes explican que desde el partido de Puigdemont ven más cerca que se pueda cerrar la oficialidad del catalán en la UE y la delegación de las competencias de inmigración, pero admiten que en este último punto hay discrepancias en tres puntos clave para los de Junts. De hecho, la líder del partido en Madrid, Míriam Nogueras, ha señalado que el gran escollo para el acuerdo en este ámbito es el control de fronteras y lamenta la resistencia del Ministerio del Interior a ceder las competencias. Además, admite que los Mossos deberán coordinarse con la Guardia Civil y la Policía Nacional, pero este también es un punto que aún está por concretar. Los otros dos puntos que deben cerrarse son la expedición de NIE y los expedientes de expulsión.

Sobre la oficialidad del catalán en Europa, las mismas fuentes argumentan que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tiene los mecanismos a su alcance y se puede mover para convencer a los «dos países» que faltan para que la oficialidad del catalán tenga el visto bueno de los 27. En cuanto a la amnistía, la formación del presidente en el exilio sitúa el foco sobre la amnistía «política», que pasaría por una reunión entre Puigdemont y Sánchez alejada del foco mediático. Es decir, un encuentro discreto. Las fuentes señalan que lo importante del encuentro no sería la foto, y remarcan que lo importante en este caso es el contenido de la reunión y que los dos líderes puedan intercambiar opiniones.

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, con el secretario general de Junts, Jordi Turull, en Bruselas / Junts

«La reunión sería fundamental»

El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, ha asegurado en una entrevista a El Món a Rac-1 que un encuentro entre Puigdemont y Sánchez sería «fundamental» porque, según ha expuesto, «lo mejor es que puedan hablar cara a cara». Al día siguiente del acuerdo con el PSOE para cerrar un decreto con una treintena de medidas sociales y el compromiso del PSOE a tramitar la cuestión de confianza, Turull ha dejado claro que este debate servirá para saber cuál es el compromiso democrático del presidente español: «Si no se somete quiere decir que no debe estar seguro de la confianza que tiene. Allá él con sus convicciones democráticas, pero si una persona gobierna sin la confianza del Congreso es una especie de democracia marca España».

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