Los eurodiputados que forman parte de la comisión del Parlamento Europeo que investiga Pegasus han cargado contra la Comisión Europea y los estados miembros por el «silencio» sobre el uso del software espía y la falta de cooperación para esclarecer los casos de espionaje que se han destapado en la Unión Europea. En un debate en el pleno de la Eurocámara, los miembros del comité han lamentado que ni Bruselas ni los estados hacen suficiente por investigar escándalos como el Catalangate.
La comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, ha intentado justificar la inacción de la Comisión Europea y ha recordado que no tiene «competencias para evaluar casos individuales» ni «poder para investigar» el espionaje. El presidente del comité sobre Pegasus, Jeroen Lenaers, ha acusado al ejecutivo comunitario y a los estados de dejar tirados a los eurodiputados que investigan el espionaje, que lo hacen «sin ninguna ayuda» externa. «Lo que vemos en la práctica es que no hay cooperación».
La última polémica sobre Pegasus se ha generado por la visita que el comité tiene que hacer a España la semana que viene. Los eurodiputados tienen que viajar a Madrid –la Moncloa se negó a que visitaran Cataluña a pesar de ser el epicentro del Catalangate– los próximos 20 y 21 de marzo, pero se encontrarán con el Congreso de los Diputados cerrado porque lunes es fiesta en Madrid y el martes tendrán a todo el gobierno español pendiente de la moción de censura de Vox.
La Comisión Europea no quiere responsabilidad sobre las investigaciones de Pegasus
McGuiness ha echado balones fuera y ha señalado que son los estados los que tienen que «definir sus intereses en seguridad nacional». La comisaria ha recordado a los gobiernos que la seguridad nacional de cada estado se tiene que proteger sin contravenir la legislación europea. «La justicia europea ha dejado claro que hace falta que los estados miembro puedan demostrar que la seguridad nacional se ve comprometida», ha dicho.
La comisaria se ha limitado a hacer una condena genérica de «cualquier actividad de interferencia ilegal en las comunicaciones» y ha reclamado a los estados y a los tribunales nacionales que hagan «pleno uso de sus poderes para investigar» las denuncias de espionaje. McGuiness ha insistido que los estados tienen que tener un «control institucional robusto» para que los diferentes órganos estatales puedan controlarse entre ellos.
El eurodiputado socialdemócrata Hannes Heide ha criticado la fatla de cooperación de los estados y ha instado a Bruselas a «actuar», mientras que la liberal Sophie in ‘t Veld les ha acusado de ser «cómplices y culpables de defender un sistema muy enfermo». Por su parte, la eurodiputada de los Verdes Saskia Bricmont ha criticado el «silencio» cómplice de los estados sobre el espionaje porque es «una bofetada a la democracia».