La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, y portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, ha defendido el Pacto Nacional por la Lengua suscrito este mediodía por el Gobierno y más de veinte entidades, plataformas, sindicatos y tres partidos políticos, pero que no ha contado con el apoyo de Junts per Catalunya ni la CUP. Paneque ha subrayado que esta apuesta no es contra el castellano ni contra ninguna otra lengua y, ha defendido que «las lenguas se aprecian cuando se utilizan, pero en cualquier caso, la promoción de una lengua no debe ir en detrimento de otras».
Preguntada en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo sobre si los miembros del Gobierno dejarán de responder preguntas en castellano, o si el presidente, Salvador Illa, no hablará más en castellano en sede parlamentaria, Paneque ha afirmado que el catalán será «preferente» en las comunicaciones institucionales y en las ruedas de prensa, pero ha señalado que «cuando la pregunta es para medios que tendrán repercusión más allá de Cataluña y se piden en castellano, la respuesta efectivamente será en castellano».
Por otro lado, la consejera ha señalado que el Pacto va «más allá del ámbito institucional», el objetivo final del pacto es «involucrar a la sociedad catalana en su conjunto para aumentar, incentivar, aumentar el uso social del catalán», y ha invitado a Junts y la CUP a sumarse a la iniciativa. «Se puede ampliar tanto como sea necesario, tiene un carácter abierto y transversal», ha dicho. Asimismo, ha subrayado que la dotación anual de más de 200 millones de euros y la de 255 de este año es «la cantidad más grande jamás destinada a políticas lingüísticas en Cataluña». Y, además, ha remarcado que las medidas incluidas en el Pacto Nacional por la Lengua son “transversales” y “interpelan a todos los departamentos del Gobierno, pero también a toda la sociedad” con el objetivo «esencial» de que la lengua catalana incremente su uso en el día a día de la ciudadanía.

Los objetivos del pacto con la administración
El Pacto Nacional por la Lengua fija ocho objetivos específicos en relación con la administración. El primero es garantizar que las instituciones de la Generalitat y sus representantes se expresan «siempre en catalán, como la lengua de uso normal, en las comunicaciones dirigidas a la sociedad catalana» y que el catalán es «la lengua habitual de comunicación interna y externa» de la administración en las comunicaciones orales, escritas, presenciales y en línea. También propone «mejorar» la coordinación entre departamentos y unidades y con otras administraciones a la hora de diseñar y aplicar las políticas lingüísticas y reforzar la capacidad de la Generalitat de hacer políticas lingüísticas «proactivas».
Asimismo, busca garantizar que el personal de la Administración y subcontratado tiene el «conocimiento adecuado del catalán, de los derechos lingüísticos de la ciudadanía y de los deberes de los servidores públicos a la hora de ejercer sus tareas», que se aplican las cláusulas lingüísticas en la contratación y garantizar el cumplimiento de la normativa en los servicios que dependen de la Generalitat. Y, finalmente, quiere aplicar criterios de comunicación clara en catalán en la relación con la ciudadanía.