Sílvia Paneque, portavoz del Gobierno y consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, ha anunciado esta semana todas las medidas que el nuevo ejecutivo catalán quiere aplicar para combatir la sequía en la cual todavía está inmersa ahora Cataluña y las que puedan venir en el futuro. Según el gobierno de Illa, estas medidas llevarían Cataluña hacia la «seguridad hídrica» y a «dejar de depender de la pluviometría», o en otras palabras, que el país fuera totalmente autosuficiente en cuanto a los recursos hídricos.
En el plan anunciado hay la rehabilitación de la Planta de Tratamiento del Ter, la ampliación y mejora de la Planta de Tratamiento del Llobregat, el desdoblamiento de la arteria PTT-EDT II Tramo IV o la construcción de las desalinizadoras de la Tordera II, la de Foix y la de la Costa Brava Norte. Actuaciones que en algunos casos ya estaban en marcha y otros que son iniciativa del nuevo gobierno.
El futuro en cinco desalinizadoras
Uno de los grandes objetivos que se ha puesto el nuevo Gobierno de la Generalitat de Cataluña son las desalinizadoras. Una planta desalinizadora es una instalación que convierte el agua salada del mar en agua apta para el consumo humano, los usos industriales y el regadío; y en Cataluña actualmente solo hay dos: la ATL ITAM Desalinizadora del Llobregat (en El Prat de Llobregat) y la ATL ITAM Desalinizadora de la Tordera (en Blanes).
Uno de los grandes anuncios de la rueda de prensa de Paneque fue la aceleración de la construcción de las desalinizadoras del Foix y Tordera II, que costarán 223 y 290 millones de euros respectivamente, y el anuncio de una nueva desalinizadora que se ubicará en la Costa Brava Norte «con el objetivo de reducir el déficit hídrico en la zona del Alt Empordà». El futuro de Tordera II es la ampliación de la actual desalinizadora, que permitirá a la instalación pasar de los 20 hm³ de capacidad de producción actual hasta los 80 hm³, mientras que la futura desalinizadora del Foix permitirá operar la instalación para producir 30 hm³.
Precisamente, en cuanto a la desalinizadora del Foix, se detalla en los acuerdos de Gobierno de martes que se han dado «instrucciones para que se tramite de manera urgente la evaluación ambiental», puesto que ya cuenta con la aprobación del proyecto básico y el estudio de impacto ambiental desde el 4 de mayo del 2023.
El estudio ambiental del proyecto básico, elaborado por Typsa, señala la existencia de prados de posidonia y otras especies de fanerógamas a la zona marítima ante Cubelles, municipio donde se instalaría la desalinizadora, a pesar de que aseguran que la actividad de la desalinizadora no tendría un gran impacto y que es totalmente compatible con el medio ambiente. “Se ha modelizado el aumento de salinidad que llegaría a las dos praderías y, incluso al peor de los escenarios, el incremento de salinidad cumple en todo momento los umbrales establecidos por el CEDEX por ambas especies”, añaden al estudio.
El impacto de esta nueva desalinizadora se tiene que analizar en varios aspectos. Según señalan en el estudio de impacto ambiental, la emisión de gases de combustión y partículas a la atmósfera, la descontaminación de suelos contaminados, la afectación del paisaje, la afectación en la calidad acústica submarina, el aumento de la turbidez de las aguas por resuspensión de sedimentos, la alteración de praderías de C. nodosa por las actividades de dragado, la afectación de espacios protegidos (RN2000 y PEIN), el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero (GEH), la afección al paisaje y la afectación de las praderías por el vertido de salmuera presentarían un impacto ambiental moderado.
Por su parte, explican que los cambios en la morfología y el relevo, la descontaminación de suelos contaminados, la contaminación de masas d‟agua subterráneas, la afectación de la flora, la afectación del patrimonio cultural e histórico, la contaminación de las aguas por presencia de embarcaciones asociadas al proyecto, la afectación de la pesca y navegación, la afectación de praderías de posidonia oceánica por las actividades de dragado, el incremento de la presión sonora y el abastecimiento de agua potable sufrirían un impacto compatible.
La cuenca de la Muga será una de las beneficiadas de las nuevas medidas del Gobierno, que busca mejorar el abastecimiento gracias a la desalinización y la construcción de una Estación de Regeneración de Agua en Figueres.

Potabilización y el río Besòs
Una de las grandes acciones que quiere acelerar el gobierno de Salvador Illa son las obras de rehabilitación de la planta potabilizadora del Ter, que se espera que la modernicen con la rehabilitación de los filtros de arena existentes y la construcción de un nuevo depósito y estación de bombeo intermedio, equipos de ozonización y una instalación para la desinfección con hipoclorito sódico y la disposición de filtros de carbón activo en grano (CAG). Estas obras, que el pasado 12 de junio fueron adjudicadas a CADAGUA-FERROVIAL-CONST. RUBAU-AREMA por un valor de 102 millones de euros, se espera que empiecen este mes de septiembre y cuentan con un plazo de ejecución de 48 meses.
La otra gran actuación que busca el ejecutivo es la mejora de la planta potabilizadora de Abrera. Una gran actuación que tendrá que esperar a ser finalizada, puesto que a pesar de que la licitación de construcción de los dos decantadores lamelares ya se ha activado por un importe de 7 millones de euros y la licitación de la remodelación de las instalaciones de los filtros de arena se ha hecho este mes de julio, por 15 millones de euros, está previsto que la adjudicación llegue a finales de año y que las obras se inicien a principios de 2025. Estas dos acciones, pero, solo forman parte de la primera fase del plan que tiene el Gobierno de Illa, ya que en cuanto al proyecto de obra a licitar se espera que esté disponible durante el año 2025 y que las obras se inicien el 2026. Finalmente, la planta potabilizadora de Sant Joan Despí también se verá favorecida de las nuevas medidas del gobierno socialista. El ejecutivo catalán busca acelerar la ampliación del tratamiento de ósmosis inversa de la planta.
Las plantas potabilizadoras, y el río Besòs, tendrán una gran importancia con el nuevo gobierno, puesto que el Ente de Abastecimiento de Agua Ter Llobregat (ATL) prevé construir una nueva planta potabilizadora a Montcada i Reixac -valorada en 60 millones de euros, con una capacidad de 600 litros por segundo, ampliable en 600 más- una planta que complementaría las acciones de la ATL, como la construcción de seis pozos aluviales (cañerías de 700 mm y clavadas a percusión horizontalmente y que captan el agua a través de pequeñas ranuras), 3 en Montcada, ya finalizados, y 3 al Buen Pastor. De hecho, en el Bon Pastor la ATL está valorando la posible construcción de una nueva planta potabilizadora valorada en 120 millones y que tendría una capacidad de 1.000 litros por segundo, ampliables a 1.400. Uno de los otros detalles en cuanto al río Besòs es la propuesta de reutilización potable indirecta.
Además de las acciones materiales, el Gobierno incorporará al Plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Cataluña (cuencas internas) los proyectos constructivos como la regeneración e impulsión de una parte del efluente de la depuradora del Besòs (2000 l/s) y el proyecto colector de aguas salobres.
Una de las otras actuaciones del ejecutivo catalán serán las obras de mejora a las conducciones de la ATL. La eficiencia de las conducciones es del 98% y en otoño se prevé que se empiecen las obras para el desdoblamiento del tramo IV de la arteria Ter-Trinidad. Estas obras que empezarán en octubre -y que se completarán en un plazo esperado de 2 años- permitirán reparar las antiguas cañerías que presenten varios escapes durante su recorrido, siendon de los más destacados los escapes de Badalona y Santa Coloma de Gramenet.

Agua regenerada
El agua regenerada es, también, uno de los grandes activos para hacer frente a la sequía. En el Llobregat se realizarán una conducción para poder trasladar los caudales de agua residual del Besòs hasta la depuradora del Llobregat, cosa que permite un funcionamiento a máxima capacidad de las instalaciones de regeneración e impulsión; una medida que el Gobierno prevé que entre en servicio antes del 2027. El ejecutivo catalán se ha fijado otro objetivo en cuanto al agua regenerada, y es que en 2033 entre en funcionamiento la Estación de Regeneración de Agua del Besòs.
Además, en materia de agua regenerada el Gobierno busca avanzar la construcción de los tratamientos de regeneración de las estaciones depuradoras de aguas residuales de Mataró y Figueres, que permitirán que se disponga de más agua para la recarga de los acuíferos y haya más recursos para los usos agrícolas.