El presidente español, Pedro Sánchez, quiere aprovechar que su imagen ha salido claramente reforzada después del fracaso de la moción de censura de Vox para lucir agenda internacional y ha anunciado que la próxima semana se reunirá con el presidente de China, Xi Jinping. Sánchez también tiene previsto reunirse este jueves con el primer ministro belga, Alexander de Croo, justo antes del Consejo Europeo como parte de la ronda de contactos con los líderes de la Unión Europea de cara a la presidencia de turno de la UE que España asumirá en el segundo semestre.
Sánchez quiere reunirse con los presidentes de los 27 para conocer sus puntos de vista sobre las cuestiones clave que se abordarán durante su mandato, como la reforma del mercado energético, el pacto de migración o el impulso de la cooperación multilateral dentro de la UE.

Un viaje a China con Ucrania de fondo
En cuanto al viaje en China, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha confirmado que Xi Jinping ha invitado a Sánchez a visitar el país los próximos 30 y 31 de marzo y ha celebrado el «peso indudable» del presidente español «en el mundo». Bolaños también ha enmarcado el viaje como parte de la preparación de la presidencia de turno de la UE y será importante «desde el punto de vista económico y comercial» porque Sánchez se reunirá en el Foro Asia-Pacífico con otros mandatarios y empresas españolas con inversiones en el país asiático.
La reunión de Sánchez con Xi Jinping se producirá pocos días después de que el presidente chino visitara Rusia para reunirse con su «buen amigo» Vladímir Putin para estrechar lazos y discutir los detalles del plan de paz propuesto por el gigante asiático para acabar con la guerra en Ucrania. China ha mantenido una actitud ambigua respecto a la invasión rusa, pero desde la Moncloa confían que la visita de Sánchez ayude a convencer a Jinping para que utilice su «potencia estabilizadora» para que Rusia ponga fin en la guerra.