Optimismo moderado en la Moncloa por las conversaciones sobre la investidura de Pedro Sánchez. Después de la defensa de la amnistía que el presidente español hizo durante el Comité Federal del PSOE del fin de semana, el gobierno español ha puesto la directa para cerrar los acuerdos que negocia con ERC, Junts, Bildu, el PNB y el BNG. Era un peaje que los independentistas catalanes habían impuesto a la Moncloa para poder culminar las conversaciones y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, fue el encargado de confirmar domingo el cambio del relato oficial de los socialistas, que hasta ahora habían insistido que solo hablarían en público de la amnistía cuando los acuerdos estuvieran encarados.
Una vez Sánchez ha sofocado la tímida resistencia interna que había en el PSOE sobre la amnistía, la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, ha asegurado este lunes por la mañana que ahora es el “turno de los grupos parlamentarios» para que la nueva legislatura se ponga en marcha con un “proyecto de convivencia” en el estado español. «El presidente del gobierno está trabajando para conformar esta mayoría», ha reconocido Rodríguez, que espera que sea “cuanto antes mejor» porque el tiempo se agota. «Ya quedan pocos días en el calendario”. En los despachos de Ferraz se había especulado con que el pleno de investidura pudiese celebrarse la semana del 6 de noviembre, pero todo hace pensar que como muy pronto será la del 13.

Las prisas de la Moncloa para cerrar el acuerdo
Ahora las prisas han cambiado de acera y es la Moncloa quien tiene más interés en cerrar un acuerdo de investidura rápido. En cambio, los partidos independentistas quieren aprovechar que el PSOE ya se ha posicionado públicamente sobre la amnistía para intentar presionar a Sánchez y avanzar en las carpetas más encalladas. En Junts quieren un relator internacional que pueda hacer de notario para garantizar el cumplimiento de los pactos de investidura, mientras que ERC insiste en buscar concreciones sobre el traspaso integral de Cercanías y un nuevo sistema de financiación para Cataluña. También se tiene que tener en cuenta que Bildu y el PNB están pendientes de las elecciones que se tienen que celebrar en Euskadi el próximo año y que el BNG quiere introducir la agenda gallega en las negociaciones. A pesar de que no se espera ninguna oposición frontal a la investidura de Sánchez, los partidos vascos y gallegos también aprovecharán la coyuntura política para sacar los máximos réditos posibles de su negociación con el PSOE.
Según ha explicado la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez servirá para “avanzar” en el fin del Proceso. Rodríguez ha insistido que es el momento de “culminar y dar por cercado un momento terrible para todos los españoles y los catalanes» y «continuar avanzando en esta senda de progreso y convivencia con una Cataluña protagonista de los grandes cambios y desafíos que tenemos por delante». La portavoz ha aprovechado la comparecencia para sacar pecho de la gestión de Sánchez durante los últimos cuatro años. «El balance ha propiciado más convivencia y la proyección de una Cataluña diferente que mira al futuro”, ha afirmado. “Ya nadie discute, ni siquiera nuestros adversarios, que la situación en Cataluña es infinitamente mejor que cuando llegamos”.
Los comunes intentan un acercamiento con ERC
Los comunes han hecho un gesto para intentar acercarse a ERC, que en los últimos días ha estado muy crítica con la actitud del PSOE en las negociaciones de la llamada carpeta del bienestar social, que básicamente incluye Cercanías y la financiación. El portavoz de Catalunya En Comú, Joan Mena, ha reconocido que la condonación de la deuda en Cataluña puede ser “un acuerdo bastante transversal” porque se podría extender a otras comunidades autónomas. Acabar con la deuda del Fondo de Liquidez Económica (FLA) es una las propuestas de los republicanos para dar oxígeno a las finanzas de la Generalitat.
Mena también ha asegurado que tanto el traspaso de Cercanías como la financiación son “temas prioritarios” para los comunes, a pesar de que son dos asuntos que han estado enquistados durante toda la legislatura por la falta de interés del PSOE y la escasa disposición de Podemos por presionar a Sánchez. El portavoz ha evitado decir si el traspaso de Cercanías tiene que ser integral o no. «Entendemos que la gestión del transporte público tiene que estar en manos de las administraciones más próximas», ha explicado sin concretar más.