La segunda noche de disturbios alrededor de la sede del PSOE en Madrid ha acabado con siete detenidos y una treintena de agentes de la Policía Nacional heridos, según el balance final que el Ministerio del Interior ha hecho este miércoles por la mañana. Más de 7.000 personas se congregaron en la calle Ferraz para protestar contra la amnistía que los socialistas negocian con los independentistas catalanes. Como en la noche anterior, la manifestación acabó con enfrentamientos de ultras y miembros de grupos de extrema derecha con la policía española, que había blindado la sede de los socialistas para evitar que la asaltaran.

Poco después de las 22.00, la policía empezó a desalojar a los manifestantes y la tensión creció hasta que empezaron los lanzamientos de objetos contra la línea policial. Los ultras intentaron romper el cordón policial para acceder a la sede del PSOE y los agentes antidisturbios de la Policía Nacional respondieron con cargas y el lanzamiento de pelotas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los alborotadores. Los enfrentamientos acabaron con siete detenidos, cinco hombres y una mujer mayores de edad y un menor de 17 años. Al menos 30 policías españoles sufrieron heridas de diversa consideración, según Interior.

Manifestantes con banderas y bengalas a la protesta contra la amnistía a Madrid / Fernando Sánchez / Europa Press 08/11/2023

Ultras encapuchados se enfrentan a la policía española

Los manifestantes ultras estaban preparados después de la respuesta contundente de la policía por los disturbios de la noche anterior y se presentaron ante la línea policial encapuchados y con objetos contundentes y material pirotécnico para tirar a los agentes. Los antidisturbios dispararon algunas salvas de aviso para advertir a los manifestantes y movieron algunos furgones en círculos por la calle Maqués de Urquijo. Las cargas consiguieron dispersar a los más violentos y los pocos manifestantes que quedaban después de la protesta se alejaron de los disturbios.

Después de dos cargas y del lanzamiento de pelotas de goma y gases lacrimógenos, los antidisturbios recuperaron el control de la situación alrededor de la calle Ferraz. Entonces los grupos ultra se dispersaron por el barrio y empezó el juego del gato y el ratón con los antidisturbios. Grupos de jóvenes empezaron a mover contenedores y lanzar botellas a la policía.

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