Las elecciones al Parlamento de Cataluña del 12 de mayo se acercan cada día más y los políticos pasan, todavía más, en la primera llanura de la sociedad. Carles Puigdemont, el presidente al exilio, ha creado un terremoto con la noticia de su vuelta a Cataluña y su liderazgo de la lista de Junts per Cataluña.

La figura del presidente al exilio ha resbalado a adversarios políticos y, también, a socios o posibles compañeros políticos; pero Carles Puigdemont lo tiene claro, el presidente al exilio no volverá para hacer el mitin final de campaña en Barcelona «el día que deje el exilio tiene que ser el mismo día para ir al Parlamento», un Puigdemont que se mantiene firme en su convicción, puesto que su vuelta «no puede ser un acto de Junts per Catalunya o de la candidatura que ahora presentamos. Esto tiene que ser un acto de país», ha explicado en una entrevista concedida a El Nacional.

El candidato de Junts, y presidente al exilio, a las elecciones del 12-M, Carles Puigdemont, al acto público de Elna / ACN

El presidente al exilio prepara minuciosamente su retorno y asegura que la gente de su equipo, de su entorno, está preparando esta vuelta después de más de un lustro de exilio para evitar la represión del Estado español. Puigdemont, pero, no deja de repetir el mismo: su retorno tiene que ser «un acto de país» y «de unidad independentista».

Sin temor a ser detenido

El líder de Junts per Catalunya sí que muestra sus dudas, incógnitas, sobre todo en el aspecto de la seguridad. Puigdemont ha querido arreciar su intención de volver a Cataluña a pesar de que pueda ser detenido -también lo hizo tiempo atrás su abogado, Gonzalo Boye-. El presidente al exilio, pero, se ha mostrado impasible: «El riesgo está, pero yo no lo rehuiré».

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