Las elecciones estatales del 23-J han dejado un mapa de Cataluña teñido de rojo socialista y, en menor proporción, de azul juntaire y amarillo republicano. Pero, como en todos los comicios, hay algunas excepciones. El PP, que solo ha podido ser la fuerza más votada en 228 de casi 9.000 mesas electorales de todo el país, ha conseguido ganar a tres municipios: Gimenells y Pla de la Font (Segrià), Arres (Vall de Arán) y el Lloar (Priorat). Este último es un caso muy curioso porque en las elecciones municipales ERC sacó mayoría absoluta y en las elecciones del 23-J el PP ha sido la fuerza más votada, seguida del PSC, por el estrecho margen de un voto.

Este pueblecito del Priorat de poco más de 100 habitantes es un claro ejemplo del voto dual que durante mucho tiempo ha caracterizado a la política catalana. Pero en este ciclo electoral ha sido un voto dual poco habitual. En las elecciones municipales del 28-M, una lista de independientes vinculada a ERC se impuso con claridad y sacó 38 votos, suficientes para llevarse los cinco regidores que tiene el pueblo. El PSC sacó seis votos. En las elecciones del 23-J, en cambio, el panorama ha sido muy diferente. El PP ha sido la fuerza más votada con 16 votos, seguido del PSC (15), ERC (14) y Junts (10).

Resultados del 23-J en El Lloar (Priorat) / Ministerio del Interior

Se da la circunstancia que en 2019 los resultados fueron completamente diferentes tanto en las municipales como en las estatales. El pasado mandato, Junts gobernó con mayoría absoluta después de conseguir 48 votos, el 88,88% del total. Tres personas votaron al PSC. Y hasta aquí. En las estatales del 10-N del 2019, ERC consiguió 29 votos y acabó por delante Junts (16), el PP (7) y la CUP (6). Curiosamente, en aquellas elecciones el PSC también sacó tres votos, igual que en las municipales. Quizás eran las mismas tres personas.

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