Al PSOE no le han gustado las últimas declaraciones del candidato de Juntos y presidente al exilio, Carles Puigdemont, donde aseguraba que la retirada del apoyo al gobierno de Pedro Sánchez si el PSC impedía un gobierno independentista en Cataluña está sobre la mesa. Así lo ha asegurado la portavoz de los socialistas españoles, Esther Peña, que las ha calificado de «chulería». Concretamente, Peña ha comentado que se tienen que contextualizar estas declaraciones en el clima preelectoral y ha añadido que, «por desgracia, cuando nos ponemos en este modo, la exageración, la hipérbole y a veces incluso el toque de chulería se convierte en un ambiente ciertamente irrespirable».
«Nadie entendería que nosotros continuáramos apoyando a una persona que no ganó las elecciones, el señor Pedro Sánchez, y que es presidente gracias a nuestros votos», defendió Puigdemont en una entrevista en
En esta misma línea, la portavoz socialista ha pedido a Puigdemont, y al resto de candidatos, que lleven a cabo un debate «sereno» para crear un clima como el de la campaña a las elecciones vascas que se celebren este domingo. Así, ha celebrado que en el País Vasco se estén contraponiendo propuestas ideológicas desde el respeto y la educación, que a su juicio está demostrando que es posible hacer una campaña «respecto a la ciudadanía y en los mismos programas electorales» y con «muchísima educación».
Isla admite que no incomodará a la Moncloa
Por otro lado, el candidato del PSC a las elecciones, Salvador Isla, ha admitido que en caso de gobernar el país lo hará sin incomodar en el gobierno español, a la vez que defiende los intereses de Cataluña y de los ciudadanos. «Yo no mesuro mi éxito por si incomodo mucho o poco», ha asegurado durante un coloquio al Círculo Ecuestre. Durante su intervención, Isla también ha aprovechado para cargar contra los últimos ejecutivos catalanes asegurando que han «incomodado mucho el gobierno de España, pero no han conseguido nada» y ha advertido la ciudadanía que «si se trata de incomodar muy ya saben quién tienen que votar y que pasará: destrucción mutua asegurada».

En este sentido, Isla ha explicado que si acaba gobernando su prioridad será la gestión de los servicios públicos, con especial atención a la educación, la sequía, las infraestructuras y las energías renovables. Para hacer frente a la falta de agua, ha propuesto aumentar la capacidad de almacenamiento actual de Cataluña a los embalses y también desalando la del mar. «Es caro, pero encera es más caro no tener agua», ha advertido.
En el ámbito de la financiación, Isla se ha comprometido a poner fin al dumping fiscal que practican algunas comunidades -como Madrid o el País Valenciano- asegurando que «tiene que ser desterrado de España y de Europa», a pesar de que ha admitido que «no depende exclusivamente de la Generalitat». En este sentido, ha propuesto poner en marcha el consorcio tributario entre el Estado y la Generalitat para que recaude impuestos «siempre en colaboración» entre ambas administraciones y ha indicado que hay que «corregir» el déficit fiscal que sitúa Cataluña como tercera comunidad autónoma en aportación de recursos y decimocuarta a recibir. «Puedo entender que en determinadas circunstancias excepcionales pueda ocurrir esto, pero no me parece que pueda ser un planteamiento recurrente», ha afirmado, y se ha erigido en alguien «capaz de resolverlo».