El cara a cara entre el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha tratado de forma muy breve el conflicto catalán y el candidato socialista no ha hecho ninguna oferta más allá de su argumento habitual: «Diálogo y la convivencia siempre dentro de la Constitución». «La Cataluña del 2023 no tiene nada que ver con la del 2017», ha sentenciado después de que los moderadores le hayan preguntado por qué precio estaba dispuesto a aceptar del independentismo si los números daban para repetir su investidura, una pregunta que ha rehuido.
Feijóo, por su parte, ha acusado al PSOE de haber «vendido a los españoles» y le ha reprochado haber derogado el delito de sedición y rebajado el de malversación. «Una DUI sin violencia es legal gracias a usted», le ha espetado. El candidato del PP se ha vuelto a comprometer a restablecer el delito de sedición al Código Penal y a declarar ilegal el referéndum «porque la unidad de España no se negocia».
Interrupciones constantes
El debate ha estado marcado por las constantes interrupciones, con acusaciones cruzadas de estar mintiendo y toques de atención de los moderadores y por el acuerdo que Feijóo ha puesto sobre la mesa porque Sánchez se comprometa a dejar gobernar la lista más votada. “Esto de los pactos lo podemos solucionar esta noche”, ha remarcado el candidato del PP, que confía a ser primera fuerza el 23-J. Feijóo ha firmado ante Pedro Sánchez una propuesta de acuerdo para que gobierne el partido más votado. «Me comprometo a facilitar su investidura si gana las elecciones. Si las gano yo, ¿la facilitará usted? Ya sé que le molesta», lo ha instado el popular. Sánchez lo ha rechazado y le ha recordado que PP y Vox le han arrebatado el gobierno al PSOE en Extremadura a pesar de ser primera fuerza.

El presidente español ha reprochado al PP los «vergonzosos acuerdos» con Vox, que implican una «amenaza» a los derechos de las mujeres y el colectivo LGTBI porque «está pactando con un partido machista». Feijóo, por su parte, le ha replicado que Bildu es su socio. «Nunca gobernaré ni pactaré con el brazo político de quien lo organizó y aplaudirlo. De pactos no puede dar ninguna lección», ha remachado.
Las propuestas de ambos candidatos han escaseado durante los cien minutos que ha durado el cara a cara y aspectos como la economía, la vivienda, la violencia machista y políticas de estado, institucionales e internacional han quedado relegados en un segundo plan por las continuas interrupciones que han dificultado el seguimiento del debate.