Natalia Sánchez ha destacado estos últimos años como una de las famosas icono de la maternidad y la lactancia materna. La actriz es madre con Marc Clotet de dos hijos, Lia y Neo, a quienes les ha estado dando el pecho en tándem (a los dos a la vez). Los niños solo tienen un año y medio de diferencia, cosa que le ha permitido poder disfrutar de este tipo de lactancia. Ahora, después de cuatro años, la hija mayor ha dejado esta alimentación y la protagonista de
Ha acabado una etapa y ha querido describir como se siente en un
«Estas son dos de las fotos más especiales de mi vida. La primera es de la última vez en que di el pecho a Lia y a Neo y la segunda, de la primera vez de mi vida en que lo hacía. Nunca lo había compartido porque, como veis, no son
Natalia Sánchez reconoce que no ha sido fácil dar el pecho a los dos hijos a la vez
Su lactancia no ha sido fácil, sobre todo porque Lia fue una niña prematura y solo pesaba 2 kg cuando nació: «No fue fácil porque se cansaba muchísimo y tuvimos que suplementar su alimentación porque tenía que ganar peso urgentemente. Yo sabía que una única gota de calostro era oro puro para ella, así que quise suplementarla con mi leche y esto hizo que estuviera enganchada al sacaleches día y noche durante un buen tiempo. Después de aquel primer problema empezamos un viaje increíble».
Cuando nació su segundo hijo, solo 16 meses después de Lia, la actriz tuvo claro que daría el pecho a ambos a la vez: «En mi cabeza nunca había existido la lactancia en tándem, pero resultó ser una de las decisiones más acertadas y afortunadas que pude tomar». Con el niño también tuvo una etapa complicada y tuvo que luchar mucho por no abandonar este tipo de alimentación: «Gracias al sacaleches, a mi cabezonería y a la ayuda mi ángel de lactancia conseguimos superarlo».

Ella más de una vez se ha sincerado en el perfil de Instagram y ha reconocido que no es un camino sencillo, el de la lactancia. Eso sí, está encantada de haber podido hacerlo: «Ha merecido cada segundo. La lactancia me ha enseñado y dado tanto… No solo me ha conectado con mis hijos, con las mujeres, con la belleza, con mi cuerpo, con mi pareja, con la natura, con el instinto, con la maternidad… también conmigo misma. Ha sido un viaje que me ha puesto al límite más de una vez y me ha permitido conocer mi fortaleza y mi debilidad, abrazarlas fuerte por siempre jamás».