Jorge Javier Vázquez nunca ha tenido problema a la hora de sincerarse sobre su vida privada. En esta última ocasión, ha reconocido que ha pasado mucho miedo por culpa del sida y ha revelado qué decisión ha tomado respecto a las futuras relaciones de pareja que pueda tener. El presentador de
Ha hablado de este tema porque ha leído un libro y ha visto una serie que habla de ello: «Me ha hecho sonreír y llorar sin cesar con un dolor que me conmueve y me inquieta. Qué miedo pasé durante siete años de mi vida al ser incapaz de hacerme las pruebas del VIH. Cuánta soledad y cuánta impotencia. ¿Cómo tenía que compartir mis temores si todo lo que estaba relacionado con esta enfermedad remitía al vicio y al castigo?».
«Menos mal que hay series, películas y obras de televisión que no olvidan», dice. Y es que no ha pasado tanto de tiempo desde entonces: «Es muy difícil explicarle a la gente joven el miedo que pasamos durante muchos años por culpa del maldito virus. O lo mal que se trataba a los enfermos, que eran rechazados en hospitales y por muchos familiares».

Siguiendo esta línea y en el mismo texto, Jorge Javier ha hecho una crítica hacia la sanidad pública actual. Tiene claro que el país tiene que ponerse las pilas «urgentemente» en este tema, de lo que se ha dado cuenta ahora que tiene gente próxima con problemas de salud: «Un familiar muy directo mío en Barcelona ha tenido que esperar casi seis meses para una operación. En Madrid, la madre de mi fisioterapeuta murió sin ni siquiera recibir tratamiento contra un cáncer porque el oncólogo no recibió las pruebas hasta noviembre y murió un mes después».
Jorge Javier Vázquez dice que no quiere ver a su futuro novio en pijama
Al comunicador le encanta hablar de su vida sentimental. Ahora ha centrado sus reflexiones sobre el futuro y, más concretamente, sobre el momento en que vuelva a tener pareja: «Si vuelvo a tener novio, no quiero verlo en pijama«. Puede parecer una afirmación alocada, pero la justifica asegurando que ha aprendido de errores que cometió en el pasado: «He compartido cuatro días seguidos con P., con quien tenemos tanta confianza que hemos estado sin afeitar, en pijama y en chándal. Nos hemos visto con las caras de primera hora de la mañana y con las marcas de las sábanas todavía en el cuello».
«Estas son las cosas que, siempre que sea posible, quiero evitar si vuelvo a tener pareja porque estas visiones se comen el deseo sexual. A los novios los tienes que ver duchados, como mínimo», ha añadido en este texto que sirve para conocer más detalles sobre él y su pensamiento.