Isabel Preysler nunca ha sido fan de Íñigo Onieva, el marido de su hija Tamara Falcó. Desde que se supo que le había sido infiel, que ella habría insistido en que no tendría que perdonarlo. La marquesa no le hizo caso y ha acabado casándose con él, pero esto no impediría que la madre continúe pensando lo mismo. Mientras el matrimonio disfruta de su luna de miel, de hecho, se ha filtrado a la prensa que la suegra se habría molestado mucho con un gesto que habría tenido Íñigo durante la ceremonia.
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«Isabel Preysler estaba muy incómoda, sobre todo durante el discurso de los amigos y testigos de Iñigo porque evidenciaron que venían de pasárselo bien. Estaban muy alegres e Íñigo no hacía más que referirse a ella como Isa. Ella se sentía incómoda y veía que si la situación no se controlaba, se le podía ir de las manos», añaden.

Mario Vargas Llosa no estuvo invitado en la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
En este enlace, uno de los grandes ausentes fue Mario Vargas Llosa. Siempre se había dicho que el premio Nobel mantuvo muy buena relación con la hija de Isabel Preysler cuando salían juntos, pero este buen rollo se habría roto después de la mediática ruptura con la
La prueba que todavía sentiría algo por ella lo habría tenido la semana pasada, cuando el escritor fue ingresado en el hospital con coronavirus. Los hijos le habrían dicho que muchas personas conocidas les habían escrito para interesarse sobre su estado de salud. ¿La única persona por quién preguntó? Exacto, ella: «¿Y no hay nada de Isabel?«, se habría atrevido a preguntar un tiempo después. Pues bien, según la periodista barcelonesa, Isabel no habría llamado y esto le habría entristecido.

La verdad de esta ruptura es probable que nunca salga a la luz. Algunas personas dicen que los celos habría tenido un papel importante en la separación, mientras que otros continúan diciendo que Tamara Falcó habría dejado clara su postura contra el Nobel. De momento todo son especulaciones que solo una exclusiva podrá decir si son ciertas o no.