Arturo Valls ha estrenado un concurso nuevo en Antena 3, cosa que demuestra que la cadena mantiene una confianza ciega en él. El presentador valenciano ha acudido a El Hormiguero para promocionarlo, pero de esta conversación se han acabado viralizando las partes sobre su vida personal. ¿El protagonista de la anécdota que más ha gustado? Su hijo adolescente, un chico de 15 años con quien la relación empieza a ser algo más tensa. Y es que explica que, hasta ahora, todo le parecía divertido… pero las bromas que hace le están avergonzando cada vez más: «La frase que más siento espapa, para por favor. Estoy a punto de pasar de ser un padre guay a uno que no lo es. Antes me lo reía todo, pero ahora nada funciona».
Es habitual que la gran mayoría de los chicos y chicas de esta edad -o, incluso, algo más jóvenes- atraviesen una época así. Aquellos primeros días en los que piden a los padres que ya no les acompañen en la escuela y cuando prefieren que no se involucren en las conversaciones con sus amigos. Arturo Valls está experimentándolo desde el papel de padre y no le gusta mucho: «Quizás llego a la escuela y le digo vámonos, broy a él le da vergüenza. Me aprendo frases que usan ahora los jóvenes, pero las uso mal».
Últimamente, tampoco le hace gracia cuando el humorista abre las puertas de los centros comerciales imitando la fuerza de los jedis: «Ya no le parece tan gracioso… Antes tocaba el claxon con una mano y el techo con la otra cuando me paraba a un semáforo, por ejemplo, y los chicos flipaban. Ahora con 15 años, sus amigos le preguntan si su padre es gilip…«.
Arturo Valls se sincera enEl Hormiguero| Antena 3
El presentador estuvo a punto de ser despedido | Antena 3
Arturo Valls revela que estuvieron a punto de despedirlo
Arturo Valls, por otra banda, ha sacado a la luz un detalle de su pasado profesional que ha dejado a los telespectadores sorprendidos. En su momento, tocó el cielo gracias al trabajo en Caiga quien Caiga. Sin embargo, los directivos no estaban muy contentos con él cuando inició esta aventura profesional y estuvieron a punto de despedirlo: «Antes de empezar la segunda temporada, me llamaron para decirme que no estaba a la altura del programa. Me dijeron que era un reportero de segunda en un programa de primera«.
Sus compañeros lo salvaron, dice ahora, ya que habrían intercedido porque no lo echaran: «Me salvaron Wyoming, Tonino y Pablo Carbonell que se plantaron y pidieron que me dieran una segunda oportunidad. Gracias a ellos estoy aquí«. La persona que lo quería echar, ahora lo ve por los pasillos y le reconoce que podría haberla liado mucho si realmente lo hubiera despedido.