Ángela Dobrowolski se enfrenta a una pena de trece años de prisión por el intento de asesinato de su exmarido, el productor Josep Maria Mainat. En el último día de juicio, el informe final del Fiscal ha dejado claro que tiene poca escapatoria de salvarse porque absolutamente todas las pruebas apuntan hacia ella. El alegato ha sido muy y muy contundente, hasta el punto que ha colocado a la alemana contra las cuerdas: «Ángela Dobrowolski intentó matar al señor Mainat inyectándole insulina y no evitó su posible muerte con la llamada a las emergencias médicas. Consideramos que la procesada tiene una gran inteligencia y elaboró un plan muy hábil para poner fin a la vida de Josep Maria Mainat«.
«La llamada a emergencias después de casi 40 minutos en coma es una llamada fabricada para elaborar una coartada y evitar asumir las consecuencias ante la justicia. Ella llama como una estratagema porque no tenía otra alternativa en aquella situación. La única posibilidad era hacer la llamada en el momento que ella entendió que las posibilidades de Josep Maria de salvarse eran mínimas. Falló, pero no porque ella evitara la consumación del delito, sino por el estado médico del paciente. No llamó al SEM para salvar a Mainat, sino para salvarse a ella misma«.
A partir de aquí, el Ministerio Fiscal se ha basado en las diferentes pruebas y testimonios porque hacen pensar que la intención de matar puede estar acreditada: «No puede tener otra intención, ella lo que quería era bajar la glucemia para que tuviera un coma con las consecuencias muy probables de la muerte. Todas las pruebas testificales, los peritos y las grabaciones conducen unívocamente a una única explicación lógica. Ángela le inyectó insulina para matarlo. Los médicos fueron claros a la hora de confirmar que la única explicación posible a aquella bajada del azúcar era que le hubieran inyectado insulina. La prueba pericial médica fue incontestable», ha espetado el Fiscal.
¿Y qué teoría tiene la Fiscalía en cuanto al móvil de Ángela Dobrowolski? Un motivo económico, ya que ella descubrió -al acceder sin permiso al ordenador de Josep Maria Mainat- que se quedaría sin herencia si él moría con el proceso de divorcio iniciado: «Entendemos que ella tenía un importante móvil económico que la llevó a ejecutar este plan». No se han creído las explicaciones que ha dado en su declaración, está claro, la que ha descrito como «totalmente prefabricada«: «Las pruebas desmienten el discurso incoherente que nos ofreció«. ¿La versión exculpatoria que ofreció? «Inverosímil, increíble y sin ningún tipo de apoyo» en boca de la Fiscalía.
«La conducta y el dolo de matar se deduce inequívocamente de la circunstancia que inyecta a su marido insulina mientras él duerme y no se puede defender. Sabe qué es la insulina para él, veneno, y sabe perfectamente las consecuencias que podía llegar a tener en él. Ella hizo todo lo necesario para causar la muerte, inyectar la insulina y no hacer nada más», ha proseguido la Fiscalía en su alegato final. Por todo esto, piden 13 años de prisión para ella.
La abogada de Josep Maria Mainat pide la condena de Ángela Dobrowolski
En su testimonio, Josep Maria Mainat aseguró que le encantaría que Ángela fuera declarada como inocente del delito. En un alegato sorprendentemente conciliador, dejó claro que sería «uno de los días más tristes» de su vida si realmente se confirma que su exmujer intentó matarlo. Pues bien, su abogada ha mantenido igualmente la petición de condena hacia ella por intento de asesinato. En el informe final, la letrada ha subscrito las palabras del Fiscal y ha insistido que todas las pruebas indican la culpabilidad y la alevosía de Ángela Dobrowolski.
Además, ha destacado todas las contradicciones y mentiras que ha sostenido la alemana a lo largo del juicio: «El batallón de elementos indiciarios probados solo pueden conducir a una decisión de condena por un convencimiento de la culpabilidad de la señora Ángela«. No contenta con esto, ha proseguido con esta idea: «La señora Ángela usó un modus operandi concreto que eliminara toda posibilidad de defensa en el señor Mainat. Buscó su muerte y, además, de una manera que le asegurara la muerte sin riesgo para ella». Coincide con el Ministerio Fiscal que el móvil tendría que ver con la economía, puesto que Ángela no se contentaría con la posibilidad de poder tener un piso y una pensión alimenticia de 5.000 € en caso de divorcio. No quería quedar excluida de la herencia, sostienen, y por eso habría intentado matarlo.
Ángela inyectó la insulina e hizo todo lo posible para conseguir su fin, consideran, así que piden una tentativa de asesinato acabada porque creen que no quiso evitar la muerte, realmente, con la llamada al SEM: «Su llamada no perseguía una voluntad de evitar la consumación del delito, sino un autoencubrimiento. Fue una clara simulación con la que pretende poder argumentar que intentó salvarle la vida. Ella mintió al médico en la llamada cuando le dio la información sobre glucemia de Josep Maria Mainat para intentar encubrir los 30 minutos que tardó en hacer la llamada a los servicios emergencia».
La Fiscalía y la Acusación Particular piden 13 años de prisión para Ángela Dobrowolski
En un primer momento, la Fiscalía pedía 16 años de prisión para Ángela mientras que la Acusación Particular se quedaba en 14 años. En las conclusiones finales esto ha cambiado, puesto que Josep Maria Mainat ha decidido retirar la acusación contra su ex mujer por el delito de revelación de secretos. La pilló entrando a su ordenador personal sin permiso para enviarse documentos sobre el testamento y herencia, pero en el juicio oral avisó a su abogada que le perdonaría este delito. Esta decisión ha sorprendido, ya que estaba probado que lo había cometido a raíz del testigo de un informático a quien contrató para poder tener acceso a la contraseña.
Sea como sea, al ratificar esta decisión la petición de pena se ha reducido. La Fiscalía pedía 3 años por este delito que se ha eliminado de la ecuación, así que la petición final queda en 13 años. Exactamente lo mismo que pide ahora la acusación particular, ya que ellos solo pedían 1 año por esta cuestión.
¿Y qué ha dicho la defensa? El abogado de Ángela Dobrowolski ha pedido la sentencia absolutoria de su clienta. ¿En qué se ha basado? En la llamada al SEM que hizo la alemana, una llamada «de auxilio» con la que insiste que le salvó la vida: «A pesar de estar colocada aquella noche, fue capaz de salvar la vida de su marido. Ella podría haber evitado la llamada». También niega que tuviera la intención de quitarle la vida por un motivo económico, ya que dice que ella era plenamente consciente que disfrutaría de una buena situación económica después del divorcio igualmente: «Si ella iba detrás del dinero, ¿por qué insistió en separarse? ¿Por qué se fue de casa? Podría haber disfrutado de una mejor situación de dinero si se quedaba allí con él».
Como era de esperar, se ha cogido a la carencia de una prueba concreta que demuestre la inyección de insulina. También desacredita las imágenes de las cámaras: «Sería absurdo afirmar nada concreto porque en las imágenes no se ve nada». Reconoce que hizo una imprudencia al inyectarle un medicamento para adelgazar que no tenía recetado. Y deja claro que tendrán que premiarla, en caso de que la condenen, porque la llamada al SEM demostraría que habría intentado salvarle la vida después: «Tenía una intención posterior de salvarle la vida, este es un claro de desestimiento completo y voluntario. Pido que quede excluida de cualquier responsabilidad penal y, por lo tanto, su absolución».
Estas han sido las últimas palabras de Ángela Dobrowolski en el juicio
«Cuatro años esperando este juicio. Estaba convencida, en mi interior y en el fondo de mi alma, que la acusación particular pediría mi absolución«, ha lamentado. «No entiendo que mi exmarido haya llegado a la conclusión que lo intenté matar, pero lo tiene que hacer si realmente ha pedido a la abogada que pidan que me culpen», ha añadido.
También ha hecho un intento desesperado al derivar la atención hacia la carencia de videos de videovigilancia del despacho: «Allí hay una cámara, ¿por qué no hemos visto ningún video de lo que pasó allí? Yo corrí y luché por la vida de mi marido», ha añadido.
Finalmente, ha acusado al testigo informático de ser un mentiroso: «Es cierto que los dispositivos que le di no eran míos y que yo quería acceder, pero me extorsionó y renuncié a continuar en la investigación porque se obsesionó conmigo. Es un criminal», ha llegado a acusarlo. Ahora, el juicio queda visto para sentencia y habrá que esperar para conocer la decisión del tribunal.
