Sofía de Grecia y Carmen Cervera nunca han tenido buena relación. El problema entre ellas tiene nombre propio y es, como no podía ser de otro modo, el de Juan Carlos de Borbón. Su matrimonio con el barón Thyssen la acercó a la familia real española, donde solo ha tenido el cariño del rey emérito. Cuando se encontraron en Mallorca hace unas cuantas décadas, Juan Carlos no disimuló que se había cautivado por ella. Esto puso en alerta a Sofía, que no lo ha perdonado desde un flirteo que se vio reflejado en unas fotografías.
Pilar Eyre ha recuperado esta historia de enemistad y ha hablado en su columna de Lecturas. La cronista considera que Juan Carlos se fijó en la baronesa porque tenía todas las calidades que a él le gustaban. La veía «alta, rubia, elegante, vital y alegre» y, rápidamente, habría empezado a correr el rumor que el rey sentía «admiración» por ella.
Sofía de Grecia y Carmen Cervera no han tenido nunca una buena relación | Europa Press
Esta simpatía hacia Carmen Cervera llegó a los oídos de Sofía, que estaba presente en una cena que le dejó claro. Explica Pilar Eyre que ha podido hablar con una amiga de Tita que también fue testigo: «Estábamos cenando en Flanigan cuando, de repente, Carmen se levantó a hablar por teléfono a la barra y, al pasar por el lado de la tabla de la familia real, Juan Carlos le dirigió una mirada tan elocuente que Sofía bajó los ojos hacia el plato con una expresión muy dura«. En aquel momento, la mujer sospechó que Tita podría llegar a tener problemas.
«Y así fue», dice la periodista. Y es que Pilar Eyre tiene claro que aquel momento supuso un antes y uno después en la relación de Borbones con Tita Cervera: «Sofía no pudo evitar asistir a la inauguración del Museo Thyssen, pero sí que se negó en rotundo a acudir a la inauguración de su casa en Madrid. Aquella fue un bofetón público que fue la comidilla de toda la capital».
Carmen Cervera tiene a Sofía de Grecia bastante enfadada | TVE
Sofía de Grecia y Carmen Cervera evitan coincidir en los actos públicos
Todo el mundo hablaba bien de la baronesa, excepto Sofía. ¿Cómo la llama? Con un «aquella cortesana» que denota un evidente desprecio. Pilar Eyre deja caer que podría ser este el motivo que explicaría por qué no la invitaron a la boda de Felipe y Letizia, por una negativa en rotundo de Sofía: «Todos saben que hay una consigna no escrita. Si Sofía va a algún lugar, no se puede invitar a la baronesa«.
Y todo, por culpa de la mirada lasciva que le habría dedicado el rey emérito. Si la mujer tiene que hacer la cruz a todas las chicas que le han gustado, debe de tener una lista muy larga de personas non gratas.