Juan Carlos de Borbón ha sido unos días en Galicia en un viaje que ha pasado más desapercibido que los anteriores. El rey emérito estuvo un tiempo sin pisar España, pero últimamente no se corta y coge los jets privados hacia allá con mucha más frecuencia y sin ningún tipo de vergüenza. En esta ocasión, su estancia tenía como excusa la celebración de una regata. La cosa es que no ha podido navegar ningún día y ahora se sabe que, detrás de esta negativa, hay un motivo médico.
Los médicos le han recomendado que no subiera al barco, ya que estaba enfriado y podía empeorar su estado de salud a alta mar. A sus 86 años, toda prevención es buena para evitar un empeoramiento que pudiera llegar a ser grave. No subió a bordo, pero sí que se acercó hasta el puerto para saludar y trasladar sus mejores deseos a los compañeros del club náutico.
El próximo mes vuelve a haber una jornada de veleros, así que es probable que vuelva para probar suerte. Los periodistas congregados le preguntaron cómo se encontraba, preocupados por esta bajada. Él, sin embargo, tranquilizó los ánimos al asegurar que se encontraba «bien».
Juan Carlos no recibe la visita de ninguno de sus hijos en este viaje en Galicia
El padre de Felipe de Borbón llegó a Sanxenxo el pasado miércoles y, como es habitual, fue su mejor amigo quien fue a recogerlo al aeropuerto de Vigo. Se ha alojado en casa de Pedro Campos, convertido en su fiel escudero. No ha recibido la visita de ningún miembro de su familia, centrados en sus temas seguramente porque hace relativamente poco que se han visto. Resulta extraño, pero no haber visto desfilar a Elena por Sanxenxo porque a la mínima que puede siempre se escapa para abrazar el padre y evidenciar que tienen una sintonía más potente que con el resto de hermanos.


Juan Carlos ha estado enfriado, un problema de salud que se sabe poco después de que su mujer recibiera el alta hospitalaria. Sofía de Grecia ha tenido una infección urinaria y ha tenido que ser ingresada unos días, una enfermedad que no ha parecido bastante importante en el emérito para trasladarse hasta Madrid para visitarla. Ya hace tiempo que dejaron de hacer el papelón y, de momento, continúan separados y viéndose el mínimo posible.






