Kate Middleton ha reaparecido en público, por segunda vez, desde que se confirmara que sufría cáncer. La mujer de Guillermo de Inglaterra ha escogido la final de Wimbledon para dejarse ver en medio del tratamiento y ha gustado mucho verla sonriente y más recuperada. Acompañada de su hija, la pequeña Charlotte, se le ha visto animada cuando saludada a los trabajadores del torneo de tenis, ha vibrado desde la grada y ha recibido con emoción la fuerte ovación que le han dado al ocupar su asiento en el palco.
Radiante, aunque muy delgada, parece que la aristócrata ha recuperado la sonrisa y esto se ve como una señal que el tratamiento está funcionando. En las revistas de moda ha gustado mucho el

Expertos en comunicación no verbal analizan la reaparición de Kate Middleton
En la prensa inglesa, rápidamente se le ha dado voz a varios expertos en comunicación no verbal para que analizaran cada gesto de Kate ahora que se ha dejado ver otra vez. Es el caso de
¿Y cómo lo justifica? En primer lugar, deja claro que sí que es cierto que se la veía «relajada y elegante». Cuando nadie miraba, sin embargo, habría hecho un par de gestos que denotarían una fuerte necesidad de tranquilizarse a sí misma: «La gesticulación de Kate parecía animada, pero hubo un par de momentos en los que se tocó el pelo de manera innecesaria y esto significaría una muestra de querer tener seguridad en sí misma. El gesto de autoconfianza hace ver que está bien, pero no en su mejor momento».
La experta también se ha fijado en un par de gestos de incomodidad de la princesa, del mismo modo que destaca que se le ha visto una cara «muy cansada» en un momento dado.

Como decíamos, la nuera de Carlos III ha acudido a esta cita con su hija. Muchos de los presentes se han dado cuenta de que la niña intentaba imitar a su madre en sus gestos y se ha visto con mucha ternura. La misma experta que comentaba esta realidad oculta Kate, también destaca la «sintonía» que se ha evidenciado en esta encuentro madre-hija. Dice que es «evidente» que Charlotte la usa como modelo, ya que en algún momento habría llegado a cambiar su postura corporal para imitar la que tenía su madre.
Con todo, una reaparición pública que ha gustado porque ha tranquilizado. Los primeros tres meses después del cáncer fueron complicados, ya que la familia real se instauró en un hermetismo que solo hacía que crecer la preocupación alrededor del estado de Kate Middleton. Con salidas como esta, los monárquicos respiran algo más tranquilos porque parece que las cosas van mejorando.