Joan Carles de Borbón ha cumplido 87 años y, como parece lógico, debe haber comenzado a pensar que no le queda mucho tiempo de vida. El rey emérito español lo tiene todo planeado para sus últimos días, tal y como confiesan amigos cercanos, quienes han revelado a Pilar Eyre qué planes tiene. ¿El titular? Que no quiere morir solo, sino acompañado de una persona muy especial para él. Y no nos referimos a su esposa -claro está- ni a sus hijos, sino a una de las amantes a quien más ha amado toda su vida. Marta Gayá, la empresaria mallorquina con quien tuvo una relación extramatrimonial durante muchísimos años, tendría el encargo de acompañarlo cuando la vida comience a apagarse. Y no lo hará gratis, sino que el antiguo monarca se habría asegurado de que no le falte nada cuando él muera.
Era el 2007 cuando Joan Carles compraba un apartamento en Ginebra para Marta Gayá, su amante más duradera. Su girlfriend, tal como la llama, ha recibido regalos y atenciones por parte suya de manera continua por lo que se ve. Y ahora, sigue a su lado después de tanto tiempo. Esta misma semana, de hecho, el emérito tenía previsto acudir a Sanxenxo y no lo ha hecho porque prefería continuar con Marta en Suiza: “Abandonar la amable compañía de Marta cada vez le cuesta más”, dice Pilar Eyre en Lecturas.

El rey Joan Carles y Marta Gayá, inseparables durante cuarenta años
Dicen que Joan Carles vive en Abu Dabi, pero parece que en realidad pasa más tiempo en Suiza con su antigua amante. Con ella ha estado más de cuarenta años, en los cuales no le ha faltado ciertamente de nada porque se ha movido con escolta y ha tenido un avión privado: “Se compraron una casa en la montaña, un ático en Madrid para verse durante el invierno y un piso en Palma de Mallorca. Joan Carles lo ponía todo a nombre de ella”.
Ni siquiera cuando estuvo enamorado de Corinna dejó de verse con ella, por lo que se ve: “Ahora que han cumplido cuatro décadas de relación, quiere acabar sus días con Marta y se ha ocupado de que no le falte de nada cuando él muera”. Y no se refiere solo a la economía, sino que tampoco querría que la apartaran de su lado cuando él ya no esté. De hecho, les habría pedido a sus hijas que mantengan la relación con ella: “Ayudadla y amadla como me habéis amado a mí, no la dejéis sola”, les habría llegado a decir.

Sofía, sobre todo esto, ni voz ni voto… Ahora bien, después de todos los desprecios y las humillaciones públicas a las que la ha sometido a lo largo de estos años debe estar más que contenta de no tener que ser ella quien se encargue del marido en los últimos años. Cada uno a lo suyo desde hace mucho, no cambiarán las cosas ahora.