Froilán nunca ha ocultado que le encanta salir de fiesta, una tendencia a darlo todo por la noche que no le gusta nada a su madre. De hecho, Elena de Borbón ya lo envió a Abu Dhabi para evitar que se filtraran informaciones escandalosas sobre lo que hacía en las discotecas. No obstante, continúa hablándose sobre sus escapadas siempre que va a España de vacaciones. En esta última ocasión, no ha podido evitar que se sepa que ha estado cuatro días seguidos de fiesta en un festival de Asturias.
El medio digital Vanitatis ha obtenido unas imágenes que demuestran que Froilán ha estado en el festival de techno Aquasella, cuatro días de fiesta sin parar y un after hasta las cinco de la tarde. Varios testigos lo sitúan allí desde el inicio de la fiesta, el jueves 14 por la noche, y se sabe que ha salido de Asturias ahora; dos días después de que acabara el festival.
El domingo, de hecho, no dudó en quedarse también durante el after -la fiesta de después del concierto-. Desde la noche anterior que había comenzado la música, hasta las cinco de la tarde del día siguiente. Tiene cuerda para rato, Froilán. El aristócrata y hermano de Victoria Federica aparece en unas imágenes que lo sitúan allí durante el día, cuando intenta esconderse bajo unas gafas de sol que no han logrado ocultar su identidad. También se sabe que disfrutó de las actuaciones en una zona privilegiada, entre el escenario y entre bastidores.

Froilán, en compañía de una joven «atractiva» en estos días de fiesta
Y es que no ha estado solo, en estos días de marcha, sino que lo ha acompañado un amigo que se dedica al mundo de la noche y una chica “atractiva” con la que se le habría visto con gestos de cariño mientras compartían todas estas horas de diversión. El medio ha sabido que Froilán y esta misteriosa chica, que no es ninguna de sus exparejas conocidas, habrían estado alojados en la misma habitación de hotel. ¿Tienen una relación seria? De momento, eso queda en una incógnita.
Si dejamos el amor de lado, nos quedamos con la información de que Froilán sigue siendo el travieso fiestero de siempre. De nada ha servido que lo envíen a muchos kilómetros de casa, ya que las ganas de fiesta no se las han quitado.