Carla Vigo, la sobrina más famosa de Letizia, ha reconocido en un directo de Instagram que sufre bulimia. La joven de 22 años ha revelado que ha sido ingresada en una clínica estas últimas semanas y que esto le ha ayudado, ya que han podido darle el alta y ya se encuentra en casa. Le han diagnosticado este trastorno alimentario que tiene que ver con un trastorno relacionado con la autopercepción y la distorsión de la imagen corporal.
«Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales hacia mí misma, pero fue con 8 o 9 que empecé a verme mal en el espejo», afirma. Al darse cuenta que estaba empeorando, acudió al médico de cabecera y este la envió a la psiquiatra y, ahora, está acudiendo a terapia de grupo: «De momento no he salido de la enfermedad porque he tenido recaídas, no me he reconocido del todo porque es muy complicado. Pasa un poco como con la gente alcohólica, que nunca se recuperan del todo. Yo tengo que ir con mucho cuidado con ciertos comportamientos».
Carla dice que se ha apoyado mucho en los amigos y la familia. Además, haber empezado a bailar le ayuda a distraerse: «La danza me ayuda a no pensar en nada y a cuidarme de todo. En un principio era una niña y no sabía qué me pasaba. No supe identificarlo porque tampoco nadie me había hablado sobre el tema».
La bulimia, normalmente, hace que los enfermos que la sufren tengan episodios en los que comen una gran cantidad de comida que, después, intentan eliminar de su cuerpo con métodos como los vómitos forzados o los laxantes para evitar un aumento de peso que los preocupa en exceso.

Carla Vigo comparte información sobre la distorsión cognitiva en los trastornos alimentarios
¿Y cómo es que lo ha explicado ahora? Básicamente porque quería justificar su ausencia en la manifestación feminista del 8-M, a la que no podrá ir porque todavía no se encuentra muy bien.

En su perfil de Instagram también ha compartido una publicación en la que una experta explica qué es la distorsión cognitiva, el problema que también le afecta a ella: «Los errores que cometemos cuando nos percibimos a nosotros mismos. Vienen a nuestra mente en forma de mensajes automáticos negativos y, a menudo, nos hacen daño emocionalmente. Un ejemplo claro es mirarse al espejo y decirse que estás fea. No es una visión realista, así que nos acostumbran a llevar a actuar de manera errónea y negativa».