Andreu de Inglaterra deberá declarar en Estados Unidos por su vinculación con Jeffrey Epstein, en caso de que se materialice la petición que han hecho en el Congreso del país americano. El príncipe y hermano de Carlos III vuelve a perjudicar, y de qué manera, la imagen de la monarquía británica ahora que se sabe que su amistad con el pedófilo lo obligará a dar explicaciones. Su situación empeora y empeora desde que una chica de 17 años lo acusara de haber abusado sexualmente de ella, una historia que sacó a la luz que el aristócrata participaba en las fiestas con menores que organizaba el pederasta. Acaban de salir a la luz las memorias de Virginia Giufree, quien lo denunció antes de acabar suicidándose porque prácticamente nadie la creía a pesar de tener fotografías que demostraban que había coincidido con el príncipe.
La semana pasada misma, el duque de York renunció a sus títulos motivado por un hermano que está hasta las narices de que se relacione a la familia real con un tema tan escabroso como este. Apartado de todo acto público y también de las ceremonias familiares, ahora deberá dar explicaciones en un tribunal y eso no ayudará a mejorar la relación con la familia que lo ha apartado con motivos más que suficientes.
La declaración de Andreu de Inglaterra puede ser crucial en esta investigación, en la que intentan terminar de aclarar todo lo que llegó a hacer el pedófilo en las fiestas que organizaba para poder abusar sexualmente de menores con sus amigos poderosos: “Estamos enormemente interesados en escuchar qué dice el príncipe sobre su implicación en todo esto”, ha dicho el político demócrata que ha solicitado su declaración. Hasta ahora, el príncipe siempre ha mantenido su inocencia y repite que nunca ha visto a las víctimas aunque hay fotografías que los sitúan juntos en el mismo espacio. Ha evitado acudir a los tribunales por el pago de 12 millones de dólares que ha hecho, pero parece que ahora deberá dar explicaciones y no podrá escaquearse.

El comunicado de Andreu de Inglaterra, una vergüenza que ha indignado
Era el pasado viernes cuando Andreu de Inglaterra emitía un comunicado en el que confirmaba que había decidido dejar de usar sus títulos, que no renunciar a ellos oficialmente. Como era de esperar, no era un texto de mea culpa sino que venía a decir que se veía obligado a hacerlo y que era «injusto». “Después de discutirlo con el rey y mi familia más cercana, hemos llegado a la conclusión de que las acusaciones contra mi persona suponen una distracción para la familia real en sus tareas. He decidido, como siempre, anteponer mi deber con mi familia y mi país, me reafirmo en mi intención de alejarme de mis tareas públicas. Ya no usaré mi título ni tampoco mis honores y niego todas las acusaciones contra mí”, espeta en esta declaración escrita.
Ante esto, son muchísimas las personas que han manifestado su indignación por el tono que ha utilizado. ¿Una de las más contundentes? Pilar Eyre, que le ha dicho de todo en su columna de Lecturas: «No se excusa ni pide perdón por su asqueroso comportamiento, por haber utilizado esclavas sexuales a lo largo de décadas y por haber violado a una chica de 17 años. Asco, rabia y vergüenza. Todos estos sentimientos mezclados produce el comunicado del príncipe Andreu«.
También se ha sabido que hace dos décadas que no paga el alquiler, una información que vuelve a enfadar y que ha motivado que los diputados del Partido Nacional Escocés presenten una moción en el Parlamento Británico para quitarle, ahora sí formalmente, el ducado al príncipe.

Realmente la historia es muy fuerte, ya que son varias las fuentes que aseguran haber encontrado cartas del príncipe Andreu en la celda de Epstein cuando se quitó la vida. En ellas, le mostraba su apoyo y llegaba a decirle que continuarían en contacto y que «pronto» volverían a «jugar» juntos. Ahora habrá que esperar para ver si realmente se materializa esta declaración de Andreu en Estados Unidos y qué acaba diciendo.