Una comisión independiente de la ONU acusa a Israel de perpetrar un “genocidio” en la Franja de Gaza. En un informe publicado este martes, la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados considera que la ofensiva israelí sobre Gaza, que ya ha dejado 65.000 muertos en dos años, tiene como objetivo “destruir a los palestinos de la Franja como grupo”. Los expertos acusan al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; al exministro de Defensa, Yoav Gallant, y al presidente Isaac Herzog de “incitar” el genocidio. Las críticas a Tel-Aviv —la “condena más firme” de la ONU— llegan el mismo día que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado los bombardeos sobre la ciudad de Gaza para facilitar la entrada de las tropas terrestres. “Gaza está en llamas”, ha celebrado el actual ministro de Defensa, Israel Katz, tras anunciarse el inicio de la ofensiva final sobre la capital de la Franja de Gaza.

Las autoridades israelíes, que siempre han negado las acusaciones de genocidio, han restado credibilidad al documento, que han calificado de informe “falso” elaborado por “socios de Hamás” que tienen “posturas antisemitas” y reclaman la abolición de la comisión de investigación. El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, ha criticado que “el informe se basa por completo en mentiras de Hamás”, que Tel-Aviv considera el verdadero responsable de un “intento de genocidio” por la masacre del 7 de octubre de 2023, donde murieron unas 1.200 personas, y defiende que “ha declarado abiertamente su objetivo de matar a todos los judíos”.
La comisión de investigación también constata que Israel “no tiene ninguna intención de cambiar su curso de acción” y alertan a la comunidad internacional que “no puede quedarse callada ante la campaña genocida” de Tel-Aviv. “Cuando hay señales claras y pruebas de genocidio, la ausencia de acciones para detenerlo equivale a complicidad”, ha advertido la presidenta de la comisión, Navi Pillay, antigua Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Hasta ahora, solo un puñado de países, con España a la cabeza, ha alzado la voz contra Israel, mientras la Unión Europea aún negocia una postura común, China, India y Rusia intentan evitar involucrarse y los Estados Unidos apoyan abiertamente a Tel-Aviv. De hecho, Washington ha sido incapaz de frenar la escalada bélica en el Oriente Medio, donde Israel ya ha atacado objetivos militares en Irán, Líbano, Siria y Yemen, además de bombardear una delegación de Hamás en Catar, país que ha liderado las conversaciones de paz junto con Egipto.

Israel hace oídos sordos y continúa con la conquista de Gaza
Israel continúa adelante con sus planes de conquistar Gaza y han reiterado la orden de evacuación emitida hace unos días para allanar el camino al ejército. “Residentes de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel han comenzado a destruir la infraestructura de Hamás en la ciudad de Gaza”, dijo el portavoz en árabe de las FDI, Avichai Adrai, en un mensaje publicado en sus redes sociales. “La ciudad de Gaza se considera una zona de combate peligrosa”. Antes del inicio de las operaciones militares, se calcula que un millón de palestinos vivían en la ciudad. Adrai insiste en que quedarse en la ciudad es “peligroso” y anima a la población a trasladarse “lo más rápido posible a través de la calle Rashid hacia las zonas designadas al sur de Wadi Gaza, en coche o a pie”, dijo. “Únanse al 40% de la población que se ha mudado de la ciudad por su seguridad y la de sus seres queridos”.
El ejército israelí lleva semanas bombardeando la ciudad y ha destruido decenas de torres residenciales como preparación para la invasión terrestre, que tiene por objetivo “la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás”, según el ministro de Defensa.
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