Donald Trump aún no ha ocupado la Casa Blanca, pero muestra sus intenciones de forma clara. El presidente electo de los Estados Unidos de América ha amenazado con el uso de la fuerza militar para tomar el control de Groenlandia y el canal de Panamá, dos objetivos estratégicos para la geopolítica mundial. «Lo que sí puedo decir es que necesitamos (el canal de Panamá y Groenlandia) para nuestros intereses económicos», ha añadido el presidente Trump desde su mansión de Mar-a-Lago, en Florida. Trump volverá a la Casa Blanca en trece días y ya ha mostrado las intenciones de EE.UU. en caso de que Dinamarca -país al que pertenece Groenlandia- no ceda a las presiones y entregue el control de Groenlandia, amenazándoles con aplicarles aranceles «muy altos».
En cuanto al Canal de Panamá, Trump ha asegurado que la configuración actual de esta infraestructura “es una desgracia” porque sería China quien realmente lo controlase. El nuevo presidente de EE.UU. ha lamentado que el expresidente Carter cediese el control del canal a cambio «supuestamente» de que a los Estados Unidos «se les tratase bien». «Fue un gran error», ha sentenciado el presidente electo.
Trump, pisando fuerte
Groenlandia y el Canal de Panamá no han sido las únicas muestras del imperialismo que quiere desarrollar Trump. El presidente electo de los Estados Unidos ha asegurado que los Estados Unidos cambiarán el nombre del golfo de México, que pasará a llamarse golfo de América. «Qué nombre tan bonito», ha bromeado un Trump que cree que este cambio de nombre es «apropiado» e instó al país centroamericano a frenar el flujo de «millones» de migrantes. Trump ha amenazado con aplicar nuevos aranceles a México en caso de que no se controle la inmigración hacia los Estados Unidos; una amenaza económica que ha extendido a su vecino del Norte, Canadá, aunque en este caso ha descartado el uso de la fuerza militar y se ha limitado a hablar de «fuerza económica».
