Las Naciones Unidas han denunciado el avance de la ocupación de la ciudad de Gaza por parte de las tropas israelíes, a quienes acusan de perpetrar más de 50 ataques contra edificios residenciales y barrios, matando a cerca de un centenar de palestinos desde el pasado 8 de agosto, cuando se dio luz verde al plan del primer ministro, Benjamin Netanyahu, de escalar la ofensiva militar en la Franja de Gaza y ocupar la capital del enclave para garantizar el “control israelí de la seguridad”.
Desde la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU han denunciado que a raíz de estos ataques “familias enteras han muerto juntas estos días”, lamentando también ataques contra refugiados y desplazados internos. De esta manera, la ONU alerta que “la destrucción sistemática de la ciudad de Gaza ya está en marcha”, después de que el ejército israelí haya intensificado sus bombardeos contra varios puntos del este y el sur de la ciudad de Gaza.
De hecho, este miércoles comenzó la invasión de Gaza por parte de las fuerzas militares israelíes. Tal como ha señalado en rueda de prensa el portavoz militar israelí, Effie Defrin, Israel ya controla los alrededores de la ciudad.

Los desplazamientos de civiles
La ONU recalca que la intensificación de los bombardeos hasta ahora ha causado “un número elevado de víctimas civiles y la destrucción a gran escala de edificios residenciales e instalaciones públicas”. También ha recordado a Israel que «como potencia ocupante”, no debe destruir bienes civiles “salvo que esta destrucción sea necesaria debido a operaciones militares», lo que considera que en el caso de la ciudad de Gaza «no parece» que las fuerzas israelíes se muevan «por una necesidad militar imperativa».
Al mismo tiempo ha reiterado que los desplazamientos masivos de civiles “no cumplen con los estrictos requisitos del Derecho Internacional Humanitario», en alusión a los intentos del Ejército israelí por forzar a los palestinos a desplazarse.
Por último, la ONU apunta que los Estados que forman parte de los Convenios de Ginebra “tienen la obligación de ejercer la máxima presión sobre Israel” para que se detenga inmediatamente esta ofensiva que “puede desencadenar una crisis humanitaria sin precedentes”.