Las Naciones Unidas han enviado equipos de ayuda humanitaria a Kherson a raíz de la destrucción de la tomada de Kakhovka que ha provocado fuertes inundaciones en la ciudad ucraniana. La presa saltó por los aires la noche del pasado lunes a martes, cosa que ha provocado que el agua cubriera centenares de kilómetros cuadrados afectando, así, en la vida de miles de ciudadanos. Y no solo ha provocado afectaciones en la vida de los habitantes de Kherson, sino que también se ha cobrado vidas. Desde Rusia, que actualmente tienen el control de la orilla, han contabilizado ocho, mientras que el bando ucraniano cuenta cinco.
Para hacer frente a la catástrofe, la ONU ha enviado paquetes equipados con alimentos, medicamentos y material para poder reconstruir las casas afectadas en las ciudades de Kherson y Belozersk, según detalla el gobierno de Kherson a través de su canal de Telegram en el cual informan de las novedades de la ciudad. Además de enviar material básico, las Naciones Unidas también han enviado a su coordinadora en Ucrania, Denise Brown, y dos personas más en la región afectada para evaluar la situación desde el territorio y marcar la hoja de ruta a seguir. «La delegación se ha reunido con el jefe de la región de Kherson, Oleksander Prokudin, y representantes de la administración militar para hablar sobre las necesidades de la región y qué serán las siguientes medidas de ayuda que recibirán», afirman las autoridades ucranianas.
Y del mismo modo que la ONU ha enviado ayuda, desde Rusia continúan las tareas para evacuar las personas afectadas por la destrucción de la presa. Desde Rusia informan que ya se han rescatado 1.500 personas desde la desaparición de esta equipación que evitaba que el agua inundara la ciudad. Aun así, pero, las tareas de rescate siguen presentes sobre el terreno. Desde Rusia indican han desplegado más de 190 personas para aportar una solución al problema.
Polémica por la autoría
Teniendo en cuenta que los dos países están en guerra desde hace más de un año, aclarar quién ha sido el responsable de la destrucción de la presa es una de las prioridades. Por un lado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó el martes a unos «terroristas rusos» de destruir «con una detonación interna» la presa, mientras que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que se trató de un «claro» y «deliberado» sabotaje llevado a cabo por Ucrania. De momento, pero, no se ha determinado oficialmente quién ha sido el responsable.
Ahora bien, a través del canal de Telegram del Servicio de Seguridad de Ucrania afirman que la presa voló por los aires fruto de un «ataque de las fuerzas ocupantes», es decir, los rusos. Aseguran también que han interceptado una conversación donde se siente a un soldado ruso diciendo que tenían el objetivo de hacer «chantaje» en Ucrania con «la amenaza de explotar la presa». Una hipótesis que reafirma el discurso que se ha adoptado desde Kíiv para exculparse, puesto que aseguran que, a pesar de que las inundaciones han afectado ambos bandos, el lado ucraniano sufrirá «ocho veces más» que el ruso.
