La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca sigue alterando la política internacional, en este caso con la estrategia que quiere llevar a cabo para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, y para la cual no desea contar con ningún representante del gobierno ucraniano para lograr la paz. Por eso, la próxima semana el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, viajarán a Estados Unidos para reunirse con Trump, según anunció este miércoles Mike Walts, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en una entrevista en Fox News.

La cumbre se producirá después de que esta semana el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, y el ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov, se encontraran en una reunión de cuatro horas en Riad, Arabia Saudita. Esta estrategia ha causado malestar tanto en el gobierno ucraniano como en la Unión Europea, que no han sido invitados a las conversaciones ni a participar activamente en la negociación.

Donald Trump, Emmanuel Macron y Volodimir Zelenski en una reunión en París / Presidencia de Ucrania

Más tensión entre Trump y Zelenski

Además, la tensión con Estados Unidos sigue creciendo, ya que en las últimas horas Donald Trump ha cargado duramente contra el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Así, Trump lo ha acusado de ser un dictador y no someterse a las urnas, además de culparlo de ser el causante de la guerra por no haber querido llegar a un acuerdo con Rusia hace tres años, cuando Putin invadió el país vecino. Aparte, Trump también ha atacado el papel que Joe Biden tuvo en la gestión del conflicto, “un cómico de éxito modesto convenció a EEUU para gastar 350.000 millones de dólares -200.000 más que Europa, ha afirmado- para entrar en una guerra que no se podía ganar, que nunca debió haber comenzado, pero una guerra que él, sin EEUU y Trump, no podrá resolver nunca”, ha dicho el presidente estadounidense en referencia a Zelenski.

Ante esta situación, los líderes europeos se han mostrado favorables a abrir las negociaciones para poder llegar a una paz entre Rusia y Ucrania, pero con la condición de que el gobierno ucraniano participe en el proceso. Una de las cuestiones que estarán también en el debate de la próxima semana será la posibilidad de que en un hipotético escenario de paz, Europa despliegue tropas sobre el terreno para mantener el cese de las hostilidades.

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