Los líderes y jefes de estado de la Unión Europea han dado el visto bueno a Ursula von der Leyen para repetir como presidenta de la Comisión Europea. Lo han hecho con la mayoría cualificada necesaria después de una tarde de negociaciones en que la extrema derecha ha atizado la guerra por los altos cargos. Los dirigentes de la UE también han apoyado al portugués António Costa como presidente del Consejo Europeo y a la estonia Kaja Kallas como alta representante. Todo esto, con la abstención de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, al nombramiento de Von der Leyen y la oposición a los de Costa y Kallas por «incomodidad».
En cuanto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, finalmente ha votado contra Von der Leyen, se ha abstenido con Kallas y ha votado a favor de Costa. Orbán ya había advertido que se posicionaría en contra de la dirigente alemana, a quien han culpado de ser «la gran responsable» de «las políticas falladas» de la UE. De hecho, el líder húngaro ha considerado que el pacto por los altos cargos es «vergonzoso» porque no ha tenido en cuenta el auge de las formaciones de ultraderecha en las elecciones.
El resto de 25 estados miembros -incluidos la República Checa y Eslovaquia, que también habían expresado reticencias sobre el acuerdo por los altos cargos- finalmente han votado a favor del nombramiento de los tres dirigentes.
Tendrá que recibir el visto bueno de la Eurocámara para ser presidenta
Ahora bien, a pesar del resultado favorable de la votación de este jueves, tanto Von der Leyen como Kallas todavía tendrán que obtener el apoyo por mayoría absoluta del Parlamento Europeo. En el caso de Von der Leyen, los eurodiputados abordarán su nombramiento durante el pleno de Estrasburgo previsto por los días 16 y 19 de julio. El cargo de Kallas se someterá a la opinión de la Eurocámara en una sesión posterior, cuando se constituya la siguiente Comisión Europea.

Meloni se abstiene por «incomodidad» y respeto a su familia política
Meloni se ha mantenido firme y no ha votado a favor de Von der Leyen, a pesar de que varios dirigentes han intentado seducirla porque lo hiciera. Aun así, no ha votado en contra, sino que se ha abstenido a pesar de que el acuerdo le generaba «incomodidad» en sus propias palabras. Meloni había dicho en declaraciones previas que las tres formaciones que habían subscrito el pacto -el Partido Popular Europeo, los socialdemócratas y los liberales de Renew- no habían tenido en cuenta la voz de los Conservadores y Reformistas Europeos, su familia política que es tercera fuerza en la Eurocámara.
Así las cosas, el primer ministro polaco, Donald Tusk, ha remarcado instantes antes del inicio de la cumbre que «no existe Europa sin Italia ni ninguna decisión sin Meloni». En cambio, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido que la discusión sobre los altos cargos sería «cuidadosa y justa» y que todos los 27 estados «son igualmente importantes».