Ha llegado el día. Finalmente, los Estados Unidos han acusado Rusia de cometer crímenes de guerra en Ucrania. La encargada de pronunciar la acusación formal ha sido la vicepresidenta del país, Kamala Harris, que ha asegurado que el ejército ruso ha cometido crímenes contra la humanidad durante la guerra. Así lo ha dicho durante la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich, donde ha anunciado que los Estados Unidos han «determinado formalmente que Rusia ha cometido crímenes contra la humanidad» en Ucrania. «Digo a todos quienes han perpetrado estos crímenes y a sus superiores, que son cómplices de estos crímenes: tendréis que rendir cuentas». Es la primera vez que los Estados Unidos acusan formalmente Rusia de estas atrocidades desde que hace un año empezara la invasión de Ucrania. Harris, además, ha advertido que si el presidente ruso, Vladímir Putin, se sale con la suya, lo podrían seguir otros países.

Esta acusación de los EE. UU. va más allá de cualquier acusación se había pronunciado hasta ahora porque incide en el hecho que los ataques contra la población civil ucraniana se están llevando a cabo «de manera generalizada y sistemática», según los principios del Estatuto de Roma que sustentan al Tribunal Penal Internacional. En esta línea, Harris ha señalado que las fuerzas rusas que perpetran ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil, desde ejecuciones a palizas, pasando por electrocuciones.

Crímenes contra la humanidad «sin género de dudas»

En su discurso, Harris ha citado ejemplos concretos como ataques indiscriminados contra civiles, incluido el bombardeo de un hospital de maternidad que mató a una madre embarazada y a un teatro en Mariúpol donde murieron centenares de personas. Así mismo, la vicepresidenta norteamericana ha acusado Rusia de «deportar a la fuerza a centenares de miles de personas de Ucrania, entre ellos niños, todas separadas de sus familias». «Por todo esto, y en el caso de los actos de Rusia en Ucrania, hemos examinado las pruebas, conocemos los estándares legales y se trata, sin género de dudas, de crímenes contra la humanidad».

«Y los digo a todos los que han perpetrado estos crímenes, y a sus superiores, que son cómplices de estos crímenes, tendrán que rendir cuentas», ha añadido la vicepresidenta estadounidense en su discurso antes de reiterar su completo apoyo a las fuerzas ucranianas. «Habrá más días oscuros en Ucrania. La agonía diaria continuará», ha declarado antes de dirigirse directamente al presidente de Rusia, Vladímir Putin. «Si cree que puede aguantar, está muy equivocado. El tiempo no está de su lado», ha manifestado la vicepresidenta estadounidense.

Los ataques no son aleatorios ni espontáneos

Poco después, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, ha incidido en la distinción de los cargos en un comunicado en el cual ha reiterado la acusación formal contra Moscú por unos ataques que «no son aleatorios ni espontáneos»; sino que forman parte de una operación «sistemática del Kremlin contra la población civil de Ucrania».

«Nos hemos reservado las determinaciones de crímenes contra la humanidad para los crímenes más atroces. La determinación de hoy subraya el sorprendente alcance del sufrimiento humano infligido por Moscú en la población civil ucraniana», ha añadido el secretario de Estado. «Esta determinación también refleja el profundo compromiso de los Estados Unidos de responsabilizar a los miembros de las fuerzas rusas y otros funcionarios rusos por sus atrocidades contra el pueblo de Ucrania», ha añadido.

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