El plan de paz que están tejiendo conjuntamente el Reino Unido, Francia y Ucrania implica crear una coalición internacional con el apoyo de la Casa Blanca. Así lo ha revelado este domingo por la tarde el primer ministro británico, Keir Starmer, en una rueda de prensa tras la cumbre con varios líderes europeos, incluido el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien pidió ayer que tendiera la mano a Trump tras la brutal reprimenda del viernes en la Casa Blanca. En rueda de prensa, Starmer ha dicho que el Reino Unido enviará “botas sobre el terreno y aviones en el aire” para “defender la paz”, pero que el éxito del plan dependerá del apoyo que den los Estados Unidos, que actualmente mantienen una relación muy tensa con Kíiv.

Según ha detallado el mandatario británico, el plan con el que están trabajando para poner fin al conflicto con Rusia busca incrementar el poder militar de los ucranianos “para que puedan negociar desde una posición de fuerza” con el Kremlin. Es precisamente por este motivo que Starmer ha anunciado que enviará 1,6 billones de libras para que adquieran misiles británicos fabricados en Belfast: «Cualquier paz duradera debe asegurar la seguridad y la soberanía de Ucrania», ha asegurado el primer ministro británico, quien ha recordado que para «preservar la paz» es importante «estar preparado para defenderla». En cuanto a la coalición de países que deberían garantizar esta paz sobre el terreno, Starmer ha reiterado que el Reino Unido está «preparado» para movilizar militares y que «un número de países ha indicado que quieren formar parte».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la cumbre de alto nivel convocada por Starmer / Fernando Calvo (Europa Press)

Europa pide más gasto militar

A pesar del enfrentamiento entre Zelenski y el presidente estadounidense de este pasado viernes, unos hechos que Europa ha criticado con dureza, el primer ministro británico ha asegurado que Donald Trump y los Estados Unidos siguen siendo un «aliado fiable». Al salir de la reunión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado que inyectar más dinero a Ucrania para que pueda «reforzarse y defenderse» es convertir al país en «un puercoespín de acero que sea indigesto para potenciales invasores [en referencia a Rusia]». En esta línea, a pesar de que el plan de actuación para poner fin a la guerra parece claro, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha recordado que es necesario «aprender del pasado» y no repetir «la experiencia de Minsk», en referencia a lo que debía ser un alto el fuego para garantizar la paz después de que el Kremlin invadiera Crimea y parte del Donbás: «No podemos repetir la tragedia de Afganistán y por eso necesitamos fuertes garantías de seguridad», ha aseverado.

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