Momentos de incertidumbre en las aguas del Atlántico. La Guardia Costa de Boston ha puesto en marcha un dispositivo para localizar un submarino desaparecido. Se trata de una embarcación que ofrece viajes hasta los restos del mítico barco hundido Titanic para turistas. A estas alturas, este submarino ha desaparecido del mapa y, según han asegurado fuentes de los guardacostas a la BBC y la CBS, no tienen del todo claro si iba pleno de pasajeros o no. Y, de hecho, en caso de haber turistas en aquel momento, también desconocen el número.
La empresa en cuestión que ofrece este servicio, OceanGate Expeditions, sí que ha confirmado que el submarino ha desaparecido con toda la tripulación. Así pues, el sumergible iba pleno cuando ha dejado de estar localizable. La empresa americana ya hace tres años que ofrece este servicio. Concretamente, OceanGate Expeditions proporciona unos paquetes turísticos de ocho días porque todos aquellos curiosos y forofo a la historia de la tragedia del transatlántico puedan viajar hasta el lugar donde se encuentran los restos del Titanic, en unos 600 kilómetros de la costa canadiense de Newfoundland y unos 3.800 metros de profundidad. Ahora bien, comprar un lugar en este submarino para visitar el barco no es barato: cuesta 250.000 dollars por persona.

Las fuerzas que están trabajando para localizar el sumergible desconocen los motivos que han ocasionado la desaparición. La empresa responsable del submarino no han querido dar detalles sobre cómo avanza la investigación y la investigación, pero sí que han agradecido los «esfuerzos» de todas las compañías e instituciones que se han volcado en estos momentos de incertidumbre.
La historia del Titanic
El barco hundido que es el epicentro de estas expediciones es lo Titanic. Conocido mundialmente por su película, el famoso transatlántico naufragó el 1912 cuando topó con un iceberg que provocó la destrucción del casco del barco y desencadenar la tragedia en la cual murieron más de 1.500 personas. A pesar de que el naufragio tuvo lugar a principios del siglo pasado, no fue hasta el 1985 que pudieron localizar los restos del accidente.