La comisaría del Interior de la Unión Europea, Ylva Johansson, ha pedido este jueves extremar medidas a raíz del ataque terrorista en Bruselas. Para Johansson, el atentado de este pasado lunes por la noche tiene que ser un «llamada de alerta» para agilizar el sistema de expulsión de migrantes a los cuales se los ha rechazado el asilo. Así lo ha explicado la comisaría durante una rueda de prensa posterior a la reunión que han celebrado los ministros de interior de los 27, en la cual también ha querido dejar claro que hace falta «cerrar el vacío» que hay actualmente entre que se deniega una petición de asilo y se efectúa la expulsión.
Johansson también ha explicado que durante el encuentro con los ministros ha puesto sobre la mesa la propuesta de impulsar un proyecto piloto para que los estados miembro mejoren la implementación de los retornos y los incrementen. La comisaría también asegura que han convocado una reunión con el coordinador de retornos para evaluar como se pueden agilizar las expulsiones, especialmente de aquellas personas que suponen una «amenaza a la seguridad», haciendo referencia al autor del atentado de esta semana en la capital europea.
Escalada de violencia
A su vez, el ministro del Interior en funciones del gobierno español, Fernando Grande-Marlaska, ha apuntado que los 27 coinciden en la necesidad de reforzar la seguridad, a pesar de que sin indicar medidas concretas, y se han instado a estar «atentos» contra la posible radicalización de ciudadanos a raíz de la escalada de violencia en el conflicto entre Hamás e Israel: “Nos preocupa la radicalización y la polarización en un contexto de violencia en el Oriente Medio”, comenta.
El debate se ha incluido en el orden del día como un punto informal a petición de España después del aumento de la tensión en el Oriente Medio por el ataque en un hospital de Gaza, mientras el balance de víctimas no deja de crecer. La incursión de Hamás de hace unos días y los enfrentamientos con el ejército israelí en Gaza y Cisjordania han dejado 1.400 israelíes muertos, mientras que los bombardeos de respuesta de Tel Aviv ya han matado casi 3.500 palestinos.
